top of page

 

"La crónica y el relato criminal tienen en la actualidad un importante auge, aunque este tipo de literatura muchas veces denostada como menor es la piedra angular de la obra de Julio Ceballos, quien se ha dedicado a cultivar estas rosas negras que se nutren de sangrientos crímenes. Estos relatos acerca de delitos reales, sin duda nos inducirán a preguntarnos si esta es la literatura «menor» en que creímos introducirnos.  En sentido contrario al que superficialmente podemos interpretar, la literatura policial, puede ser un eficaz vehículo para plasmar una realidad acuciosa y desgarradora. De hecho para muchos escritores que cultivan este género ha servido como medio para desarrollar una literatura comprometida...."

 

El Martillo del Marques..

 

JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

 

MIS LIBROS

 

PROXIMAMENTE

JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO
JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO
JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

PARA LEER LOS LIBROS ONLINE DESCARGAR  DA CLICK SOBRE LA FOTO O EL ENLACE DE DESCARGA

 

EL MARTILLO DEL MARQUES

 LA MUERTE DE JONATHAN CHRISTIAN TOLENTINO TORRES

POR JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

 

 

Me voy a permitir narrar el caso del menor Jonathan Christian Tolentino Torres, con el cual ilustraré las serias omisiones y descuidos en que suelen incurrir tanto el Agente del Ministerio Público Investigador, el personal de Servicios Periciales, Criminalística y Medicina Forense así como las policías Preventivas Municipal y del Estado y los integrantes de la Sección de Homicidios de la Policía Ministerial del estado.

 

Dejando en claro que no es un caso único, sino que lo tomo como paradigma para proyectar las deficiencias en que incurren los servidores públicos de nuestro Estado y en especial en el contexto de la procuración de justicia y en las fases previas averiguatorias en este tipo de delitos.

 

A las 16:15 horas del día 24 de junio de 2004, Jonathan Christian Tolentino torres, de 15 años de edad, salió de su vivienda en la calle de Malaquita No. 515 del Fraccionamiento Esmeralda, dijo a sus familiares que iría a una fiesta y fue la última vea que lo vieron con vida, se alejó en compañía de Juan Guillermo López Huesca, entonces también de quince años, quien lo había invitado a una fiesta que duraría aproximadamente dos días, según la versión de este último.

 

El joven no llego a casa y al día siguiente supuestamente la familia recibió llamadas telefónicas donde les avisaban que lo tenían secuestrado, pidiéndoles un millón y medio de pesos después, la cifra subió a dos millones, a cambio de dejarlo en libertad.

 

Aclaro que esto nunca fue comprobado por la policía investigadora por lo que solamente es la versión de la mamá del supuesto secuestrado.

 

La Policía Ministerial detuvo e interrogó en los primeros tres días al menor Juan Guillermo López Huesca, el amigo que fue por Jonathan el día de su desaparición, pero obtuvo inmediatamente su libertad ya que la policía no detectó nada sospechoso en su coartada.

 

Días después producto de sus investigaciones elementos de la Policía Ministerial del Estado detuvieron como participantes en el “secuestro” y homicidio a Juan Guillermo López Huesca de 15 años de edad, a su hermano Alejandro, de los mismos apellidos y de 14 años, a J. Guadalupe Hernández Compean de 25 años y a Fernando Loredo Santana de 31 años de edad.

Posteriormente los cuatro detenidos fueron consignados ante un Juez penal y sentenciados por los delitos de Secuestro y homicidio calificado. J. Guadalupe Hernández Compean recibió una sentencia de 83 años de cárcel, a Fernando Loredo Santana se le condenó a 87 años de prisión, además de una multa de tres millones de pesos.

 

Por su parte Juan Guillermo y su hermano Alejandro recibieron una sentencia de 8 años por ser menores de edad, el primero lo está compurgando en el CEPRERESO La Pila mientras que el segundo se encuentra internado en el Consejo Tutelar para Menores.

Inconsistencias en la Investigación.

 

El periódico pulso de San Luis Potosí en un reportaje especial menciona que: El Caso fue atraído por el psicólogo-criminólogo Julio A. Ceballos, quien durante más de 30 años ocupó diversos puestos policiales en las filas policíacas tanto federales como a nivel local y ha esclarecido más de mil asesinatos en su larga carrera como investigador.

 

Con los resultados de mi investigación escribí el libro “El Martillo del Marques”. Historia de una infamia…He aquí la presentación:

 

El libro de próxima publicación donde el autor expone los resultados de su investigación respecto al asesinato del menor Jonathan Christian Tolentino Torres ocurrido el 24 de junio de 2004.

 

Con esta obra Julio A. Ceballos vuelve a horrorizar a la sociedad potosina y se refiere a este epítome como un paradigma de la sórdida procuración e impartición de justicia en nuestro Estado.

Quiero hacer la aclaración que la primera edición de este libro que constaba de tres mil ejemplares me fue decomisada durante un ilegal cateo a una de mis oficinas.

 

El periódico continúa su crónica: “basando sus indagatorias en técnicas criminológicas, criminalísticas y forenses, así como un análisis de los interrogatorios y declaraciones de los imputados Julio A. Ceballos considera que las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia fueron fallidas…”

 

Señalo a continuación algunos resultados de mi investigación, material probatorio que es preciso y científico.

 

25 de junio de 2004.

 

El padre de Jonathan, Juan Tolentino, presenta su denuncia por secuestro en agravio de su hijo Jonathan. Los supuestos secuestradores no vuelven a llamar a la familia.

Las Confesiones de Juan Guillermo López Huesca.

 

6 de julio de 2004.

 

Al ser interrogado Juan Guillermo durante su segunda detención, realiza ante la Policía Ministerial del estado diversas declaraciones, en las primeras de ellas involucra y señala como autores del secuestro de Jonathan a Fernando Loredo Santana, a J. Guadalupe Compean y a su hermano menor, Alejandro, esto trae como consecuencia la detención de los tres señalados.

 

7 de julio de 2004.

 

Fernando Loredo Santana fue el principal objetivo de la Policía Ministerial y después de ser detenido en su lugar de trabajo fue sometido según su dicho a más de 30 horas de cruel interrogatorio teniendo como base la tortura física y psicológica, al término de los cuales se vio obligado a declararse “culpable” del “secuestro” de Jonathan y de su posterior homicidio.

 

Se auto inculpó confesando a sus interrogadores de haber dado muerte a Jonathan de 4 disparos por arma de fuego en el interior de su casa. Asegurando que el cuerpo de la víctima estaba en su casa al igual que el arma con la que le había quitado la vida, pero el cateo realizado en su domicilio en búsqueda del cuerpo, del arma y de material probatorio que sustentara su confesión fue del todo negativo…sin ningún resultado que lo inculpara.

 

El día 7 de julio de 2004.

 

Se presentó ante el agente del Ministerio Público el padre de Juan Guillermo López Huesca y declaró ante el Agente del ministerio público que su hijo le había confesado que el mismo 24 de junio después de pasar por Jonathan a su domicilio se dirigieron a su casa situada en circuito Penélope del Fraccionamiento del Marqués, en donde estuvieron tomando cerveza, y que estando bajo los efectos del alcohol, comenzaron a discutir hasta que llegaron a los golpes, que Memo le propinó un puñetazo a Jonathan en el rostro y que este cayó al suelo, golpeándose la nuca con un escalón que se encuentra entre la sala y el comedor de la casa, que Jonathan no volvió en si, por lo que al llegar su hermano Alejandro y darse cuenta que su amigo había fallecido, decidieron sepultarlo en el jardín de la casa.

 

8 de julio de 2004.

 

Es localizado el cuerpo de Jonathan por elementos de la Policía Ministerial del estado y Agente del Ministerio Público, sepultado clandestinamente en el jardín de la casa de la familia López Huesca. La Procuraduría General de Justicia del estado establece que Jonathan fue asesinado en la sala de la casa.

 

La necropsia de ley establece que la muerte de Jonathan se debió a once heridas contundentes en las regiones temporales y occipitales que le causaron varias fracturas expuestas de cráneo.

 

Lo más alarmante de este caso me parece que es el hecho de que fue hasta 20 días después de los hechos cuando elementos de la Policía Ministerial del estado, y personal de la dirección de Servicios Periciales Criminalística y Medicina Forense de la PGJE realizaron un segundo cateo a la casa de la familia López Huesca, exactamente el día 14 de julio de 2004 y al inspeccionar la habitación de los hermanos López Huesca se quedaron sorprendidos por el caos que se veía en la habitación, un enorme lago hemático, salpicaduras de sangre y masa encefálica en los cristales de una ventana y en la pared del lado derecho, sabanas, cobija y colchón maculados hemáticamente, mechones de cabellos, al parecer de la víctima, un zapato de Jonathan, y a las puertas de la entrada de la sala.

 

Bajo una carretilla: el arma homicida: un martillo para albañilería.

 

Parece ser que en la inspección e investigación realizada en la escena del crimen el día 8 de julio de 2004 PGJE por personal de la PGJE les fue suficiente localizar el cuerpo de Jonathan en el jardín de la casa, dando por hecho que los hechos donde perdiera la víctima Jonathan habían sido como perversamente había confesado Juan Guillermo, es decir, durante una riña y en la sala de la casa.

 

Cabe mencionar que de acuerdo a mis investigaciones nunca hubo secuestro en este caso, Fernando Loredo Santana y J. Guadalupe Compean no tuvieron ninguna participación en el asesinato de Jonathan, y el verdadero asesino fue Alejandro López Huesca, hermano menor de Juan Guillermo López Huesca, quien llegó al domicilio intempestivamente y encontró en una situación vergonzosa y comprometedora en la recamara a su hermano y a Jonathan, a quien sorprendió por la espalda y le propinó once martillazos en la cabeza.

Perfil Psicológico de Juan Guillermo López Huesca.

 

De acuerdo a los peritos en psicología forense oficiales, Juan Guillermo proyecta dificultades sexuales, rasgos homosexuales, dificultad para aceptar su identidad sexual, preocupación sexual, conflictos con la aceptación corporal sexual, excesiva preocupación por los genitales femeninos, además presenta narcisismo, vanidad, agresividad, aspectos paranoides, inseguridad, dependencia materna, deseos de libertad, infantilismo, hostilidad, impulsividad, proyecta actuar en el ambiente de un modo controlado, sentimientos de culpa e intentos de sublimación.

 

Para terminar mi crónica y manifestar mi aumento de preocupación por los problemas que plantean la procuración y administración de justicia en nuestro estado, no omito mencionar que a José Guadalupe Hernández Compean y a Fernando Loredo Santana se les logró reducir la sentencia 30 años, y el día 30 de marzo de 2007 el primero ganó un amparo que le otorgó su plena libertad. Fernando Loredo Santana sigue en espera de mi ayuda para obtener su libertad.

 

Ya tiene injustamente prisionero mas de diez años.

 

Julio Alfredo Ceballos Alonso

San Luis soy

2 de abril de 2015

bottom of page