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 PONENCIAS MAGISTRALES APORTADAS A UNIVERSIDADES INSTITUTOS , FOROS Y CONFERENCIAS DE MEXICO Y EL EXTRANJERO DE  JULIO ALFREDO CEBALLO ALONSO

ENFOQUE VICTIMOLOGICO DEL ABUSO SEXUAL...

JULIO A. CEBALLOS

EL ESPIRITU DEL LUGAR

JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

 

"La crónica y el relato criminal tienen en la actualidad un importante auge, aunque este tipo de literatura muchas veces denostada como menor es la piedra angular de la obra de Julio Ceballos, quien se ha dedicado a cultivar estas rosas negras que se nutren de sangrientos crímenes. Estos relatos acerca de delitos reales, sin duda nos inducirán a preguntarnos si esta es la literatura «menor» en que creímos introducirnos.  En sentido contrario al que superficialmente podemos interpretar, la literatura policial, puede ser un eficaz vehículo para plasmar una realidad acuciosa y desgarradora. De hecho para muchos escritores que cultivan este género ha servido como medio para desarrollar una literatura comprometida...."

 

El Martillo del Marques..

 

JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

 

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Entre agosto y septiembre de 1942 Gregorio Cárdenas Hernández se convirtió en el famoso "Estrangulador de Tacuba" al asesinar en su casa a varias mujeres. Cárdenas es considerado el primer asesino serial mexicano y su vida ha sido objeto de estudio por parte de especialistas en psiquiatría, derecho y rehabilitación social.

Después de la macabra aparición de Gregorio Cárdenas en los anales de la criminología mexicana, el estudio de los asesinos en serie cobró gran relevancia.

En La muerte lujuriosa. Retrato de una asesina serial, Antonio Sánchez Galindo aborda un reciente caso de asesinatos en serie que conmovió a la Ciudad de México: las víctimas, mujeres de la tercera edad, eran estranguladas y sus cuerpos sometidos a terribles vejaciones. El miedo cundió por la ciudad y la noticia se esparció por  todo el mundo. Fue entonces cuando la voz popular bautizó al criminal como El Mataviejitas.

El autor narra de forma novelada los asesinatos seriales de ancianas cometidos por Juana Barraza Samperio, así como estremecedores capítulos de la vida de quien en el texto es llamada La Quebranta Ancianas. La muerte lujuriosa es un libro que despertará el interés de quienes deseen sumergirse en las densas aguas de los actos y pensamientos de una asesina serial cuyo caso ha marcado la consciencia colectiva de nuestro país (México).

Juana Barraza Samperio nació a las 8:30 horas, el viernes 27 de diciembre de 1958 en el municipio de Epazoyucan, Hidalgo, México, sus padres fueron Trinidad Barraza Ávila y Justa Samperio quienes nunca se casaron, vivieron en unión libre por cuatro o cinco años. Barraza posee conocimientos de enfermería y dedicada también en algunas ocasiones a la lucha libre (bajo el seudónimo de "La Dama del Silencio") o a la venta de rosetas de maíz afuera de la arena de lucha, y supuesta adoradora de la Santa Muerte; cometió varios homicidios en el área metropolitana de la Ciudad de México desde los años 90 hasta principios del año 2006

Barraza se ha transformado en uno de los casos más interesantes dentro de la historia criminal en México, ya que durante muchos años se mantuvo la comisión de sus crímenes sin ser capturada, y por la semejanza de su modus operandi con el de famosos asesinos en serie de otros países, como Thierry Paulin.

El primer asesinato atribuido a la Mataviejitas fue cometido a fines de los años 90 aun cuando la serie de asesinatos comenzó presuntamente el 17 de noviembre de 2003. Se ha estimado que el número total de sus víctimas es de entre 42 y 48.

El 31 de marzo del 2008, el juez 67 de lo penal, con sede en Santa Martha Acatiltla le dictó sentencia de 759 años y 17 días de prisión por 17 homicidios y 12 robos cometidos en agravio de personas de la tercera edad.

MODUS OPERANDI.

Todas las víctimas de la asesina eran ancianas, quienes en su mayoría vivían solas. Las muertes eran provocadas por golpes, heridas de armas punzo cortantes o estrangulación, con robos materiales a las víctimas inmediatamente después de ser asesinadas. En cada asesinato que cometía siempre vestía de rojo. En casos aislados, se encontró evidencia de abuso sexual en las víctimas.

En el transcurso de las actividades criminales de la Mataviejitas, las autoridades policíacas fueron duramente criticadas por los medios de comunicación puesto que, todavía a finales del 2005, asumían un "sensacionalismo mediático" respecto a un asesino en serie. Asimismo, se criticó el hecho de que el asesino era buscado, tal vez inútilmente, entre las prostitutas y/o travestis de la Ciudad de México. De hecho, durante la cacería de la asesina, Bernardo Bátiz, entonces Procurador de Justicia de la Ciudad de México, había indicado que 'el Mataviejitas' era 'brillantemente listo' (creyéndose hasta ese momento que se trataba de un hombre y no de una mujer) que cometía sus crímenes después de un corto período durante el cual se ganaba la confianza de sus víctimas. Los oficiales que investigaban el modus operandi del asesino sospecharon que él o la 'mataviejitas' se presentaba ante sus víctimas como trabajador social del gobierno (enfermera), ofreciendo programas de beneficencia para personas de la tercera edad.

La búsqueda de la asesina fue complicada debido al cúmulo de evidencias contradictorias. En un punto de la investigación, la policía conjeturó que eran dos asesinos los que podrían estar implicados. También se puso singular atención en la extraña coincidencia de que por lo menos tres de las víctimas del asesino poseían una copia de una pintura del siglo XVIII, Niño en Chaleco Rojo, del artista francés Paul Cézanne. Interesantemente, antes de la captura de la presunta asesina, las autoridades mexicanas divulgaban declaraciones de testigos que señalaban que el asesino usaba ropa de mujer para acceder a los apartamentos de las víctimas. En uno de los casos, uno de los testigos observó a una “mujer grande con una blusa roja” salir del hogar de una de las mujeres asesinadas. Ello fue interesante para los criminólogos, forenses y detectives puesto que había grandes paralelos entre la mataviejitas y Thierry Paulin. Bajo ese contexto, se atribuyó al asesino (presumiblemente varón) la posibilidad de una doble personalidad. Otra observación interesante hecha por los investigadores fue la extraña coincidencia de que algunas de las víctimas de la asesina en serie eran de origen español.

El mayor avance en el caso ocurrió el 25 de enero de 2006 cuando se arrestó a una persona sospechosa huyendo del hogar de la última de las víctimas atribuidas a la asesina. La víctima, Ana María de los Reyes Alfaro, de 82 años de edad, residente de la colonia Moctezuma 1a sección en la ciudad de México, había sido estrangulada con un estetoscopio, siendo varias veces apuñalada con un cuchillo ranger militar.

Para sorpresa de muchos, que aseguraban que el asesino era hombre, la persona detenida fue Juana Barraza Samperio, de entonces 48 años. En pruebas preliminares, Barraza se asemejaba bastante a un modelo de arcilla que describía las características faciales del asesino: Persona de cabello tupido, teñido de color rubio y rostro de facciones duras. Al ser detenida portaba un estetoscopio, formas de solicitud de pensión para adultos mayores y una tarjeta que la identificaba como trabajadora social. Preliminarmente, la policía de la ciudad de México no pudo detenerla antes ya que no se contaba con huellas dactilares completas que pudieran dar la identidad de la asesina, en las escenas del crimen no se encontraban completas sino solo fragmentos de ellas, por lo cual no se podía tener una prueba para detener a alguien.

Se dice que, al momento de ser capturada, la presunta asesina confesó haber asesinado a la anciana, Ana María de los Reyes Alfaro y a otras tres mujeres, pero negó estar implicada en el resto de los asesinatos. Ella comentó a los reporteros que había visitado la casa de Ana María de los Reyes Alfaro en búsqueda de trabajo como lavandera. "Ustedes sabrán por qué lo hice cuando lo lean de mi declaración ministerial" finalizó Barraza Samperio.

En el año 2010 salió a la luz pública la primera edición del libro titulado “La Muerte Lujuriosa: Retrato de una Asesina Serial, editado por el gobierno del estado de Guanajuato, y con él, su autor Antonio Sánchez Galindo incursiona en la Novela Criminológica.

La presentación de este interesante libro (Novela Criminológica) fue escrita por el Maestro Mauricio Alejandro Murillo de la Rosa, Director General del Inacipe (Instituto Nacional de Ciencias Penales.)
A continuación transcribo parte de dicha presentación:

El Instituto Estatal de Ciencias Penales del Estado de Guanajuato (INECIPE)y el Instituto de Capacitación y Estudios de Seguridad del Estado de Querétaro (ICESEQ) se han unido en esta ocasión para culminar un proyecto en una de las esferas no abordadas en el ámbito de la Criminología durante los últimos 4 lustros: la novela criminológica. Ambas Instituciones con objetivos afines en la esfera de la seguridad pública presentan esta obra dirigida, principalmente, a los lectores que gusten de conocer y de analizar el fenómeno criminal. Es una satisfacción para nosotros llevar hasta el lector, el material de uno de los principales aportadores en el ámbito penitenciario, conocedor de la fenomenología delictiva, que en esta ocasión, nos participa de una historia muy peculiar: la historia de una asesina serial. Nos referimos a Don Antonio Sánchez Galindo. Esta novela nos permite adentrarnos al mundo de la etiología delictiva de uno de los delincuentes que han causado mucho interés en el mundo: los asesinos seriales.  De esta manera, el INECIPE y el ICESEQ ponen en manos de los lectores un material que, seguramente, será material de análisis para las personas interesadas en análisis sociales, psicológicos y criminológicos.

PALABRAS PRELIMINARES

Es un libro que pretende ser realista, pero que, a pesar de todo abre la esperanza en algunos puntos: los funcionarios sinceros, ingenuos y románticos, los seres humanos (como los hijos de la protagonista que resultan ser una flor de pantano), empero, sobresalen los problemas torales con lo que se ha enfrentado el país a través de su historia: la improvisación, la simulación, la corrupción y la falta de organización de las prisiones que conducen a la explosión de disturbios que siempre dañan el entorno comunitario y laceran los derechos humanos.

El libro está dedicado, fundamentalmente a los jóvenes que aspiran a conocer la personalidad del delincuente y la realidad que se vive en nuestro mundo delincuencial […para que ellos…] con verdadera vocación y amor […] encuentren motivaciones para mejorar ese mundo – en el que el control social sólo busca justificación y no solución – en el momento en que lleguen a enfrentarlo cara a cara.

Dr. Antonio Sánchez Galindo
A continuación me permito transcribir los hechos y circunstancias en que fue detenida la quebranta-viejitas tal y como lo describe en su novela el prestigiado Criminólogo Sánchez Galindo, me pareció muy interesante la forma y el estilo en que relata el evento y circunstancias de la detención de Juana Barraza Samperio, que corresponde fielmente a los comentarios e idiosincrasia de los mexicanos…cito textualmente: no sin  antes hacer la aclaración de que los nombres originales de los protagonistas ha sido cambiado por razones obvias…

CAPÍTULO 2.
La Casualidad.

Una fría mañana de enero de principios de siglo, todo el mundo se levantó con la noticia de que la asesina serial de mujeres entradas en plenitud de edad, había sido detenida por la policía. Fue como un gran golpe de viento en la serenidad de la mañana. El maestro Chávez del Rosal andaba todavía medio dormido. En ese estado en el que medio se comprende el mundo, aunque ya las imágenes se fijan en la conciencia. Es el momento previo a la ducha, cuando se encuentra uno frente a un espejo nebuloso, con la gran barba de espuma ablandadora de la realidad: del hato de arrugas que, instante a instante, se va agrandando como una arpillera para incinerar el ego y masacrar la vanidad.

A lo lejos, en la boca de un túnel, se escuchaba la voz del comentarista en la televisión, con sus gritos de orador de plazuela: Por fin: ¡ha caído la quebranta-ancianas! La larga búsqueda de la mujer o el hombre -decimos esto porque no se sabía bien a bien de qué sexo era- que asesinaba ancianas desde hacía diez años y que ha burlado a la policía una y otra vez, cayó finalmente. En esta ocasión se la detuvo, casi en flagrancia, en el momento en que acababa de realizar su último asesinato estrangulando a la que en vida llevaba el nombre de Rosa de las Heras, de setenta y siete años de edad, que vivía en la Unidad Chiquihuites, manzana siete, calle dos, número 18, de Ixtapalapa. La sirvienta del domicilio, Emerenciana Doblado, bajaba de la azotea, a donde se subió a lavar ropa. Escuchó ruidos extraños y un grito. Ella misma le había abierto la puerta a Joaquina Terrazas Gómez por indicaciones de su patrona, la señora Rosa de las Heras porque le iba vender unos productos de belleza y vitaminas. Al llegar al comedor se dio cuenta de que su patrona se encontraba en una silla del comedor con una media atada alrededor del cuello. Vio que estaba muerta. Todavía logró escuchar que cerraban la puerta de entrada... Salió corriendo y alcanzó a ver a la misma mujer fornida, la supuesta vendedora de cosméticos, con su cabello rojo y la misma bolsa de plástico, en la que se suponía llevaba los productos. Volteaba con insistencia, para ver si no la seguían. Emerenciana gritó para que la detuvieran.

Afortunadamente y, por casualidad, pasaba una patrulla que se detuvo y le preguntó lo que sucedía: La doméstica les gritó que detuvieran a la mujer que iba corriendo a media cuadra porque había matado a su patrona. Arrancaron hasta alcanzarla sometiéndola después de un duro forcejeo que no fue fácil controlar. - ¿Qué pasa? _Gritaba defendiéndose. ¿Por qué me detienen pinches policías? ¡Como siempre están en el lugar equivocado! ¡Debieran detener a los verdaderos delincuentes! Los policías lograron someterla y la sirvienta llegó. - Esta es la mujer. Dijo entre jadeos la sirvienta. Que iba dizque a venderle a mi patrona unos productos de belleza para la tercera edad. Yo le abrí la puerta. Registraron la bolsa de la quebranta-ancianas y le encontraron algunos objetos que la sirvienta, de inmediato, identificó como pertenencias de su ama: La señora Rosa de las Heras. Pancho Chávez terminó de rasurarse y se sentó en el excusado, según su costumbre de las siete de la mañana, escuchando desde ahí y ya casi despierto, las noticias siguientes, antes de entrar a la regadera.

El procurador Báez _proseguía el comentarista_ en entrevista de madrugada, afirmó que ha sido un triunfo de la policía capitalina la detención de la quebranta-ancianas, como se le ha motejado en el argot policiaco y reporteril: ‘Todo fue producto de la técnica criminalística de la Policía de la Ciudad que, no en vano, ha sido capacitada por la policía francesa y el FBI. Que, como se darán cuenta los habitantes de esta Ciudad, los rasgos de la detenida coinciden con los captados en los retratos hablados que los peritos en la materia, de la propia Procuraduría, habían elaborado desde hacía años.’ ‘Ya andábamos cerca, _siguió diciendo_, desde hace mucho tiempo. Pero este tipo de delincuentes, es muy hábil, siempre deja pistas: nada es imposible para nuestra policía, por más que la delincuencia evolucione nosotros siempre vamos adelante de ella’.‛ Un reportero soltó una pregunta con sorna: - No sería mejor que fueran por detrás para ver qué hacen los delincuentes y así sorprenderlos, porque si van ustedes por delante, pues no ven lo que hacen. Báez, soslayando la pregunta, responde, con un tono de viejo bonachón: - El delincuente siempre aprovecha lo que la sociedad produce, nunca es creador: tarde o temprano se le detiene, sobre todo cuando ya se le ha tendido la red que lo atrapará, como sucedió en el presente caso. Y vamos a premiar a nuestros compañeros que lograron la detención de esta asesina serial que traía asolada a la población de nuestra‚ Ciudad de la esperanza.

La verdad -pensó Chávez, desenrollando el papel- que a la que debieran premiar es a la sirvienta. Ella fue la que con su olfato policiaco logró detener a la Quebranta-ancianas. Y entró a la ducha, donde ya no podía oír nada, pero se apuró porque ya estaba picado con las noticias. Desde cuándo la prensa venía criticando la incapacidad de la policía para detener al asesino de mujeres de la tercera edad que según, una ilustre primera dama debe ser llamada edad en plenitud. Ya las viejitas de colonias del centro y algunas de la periferia no dormían de pensar que, en cualquier momento, podía aparecer la asesina y las enviaría al cielo con todo y chanclas. Pancho meditaba, en medio de la lluvia caliente, sobre si sería verdad que habían atrapado a la Quebranta-ancianas y no fuera algo prefabricado por nuestra policía, que más que de cuando en cuando, si no logra detener a los delincuentes inventa alguno: igual que como se hacía en tiempos de Porfirio Díaz: atrapaban a un borrachito que había quedado tirado a la salida de la pulquería, se lo llevaban a la Delegación y ahí, cuando temblando por la cruda volvía en él, lo asaltaban con imputaciones:

Tu mataste a la señora que vivía en la calle de Violeta en la Colonia Guerrero; mira, aquí está el puñal que le hundiste varias veces en el cuerpo, lo tenías en tu abrigo... El acusado no sabía qué responder y únicamente atinaba a decir: - ¡No me acuerdo! - ¡Claro, estabas perdido de borracho! Al día siguiente, en las cabezas de los periódicos de la época, aparecían titulares como: ‘Cayó el Chacal de la Colonia Guerrero‚. Y ya en el texto: ‚Filemón Barcelata, alias el Ensarapado, que traía asolada a la Colonia Guerrero de la Ciudad, degollando mujeres con su cuchillo de carnicero, cayó por fin en manos de la policía capitalina, gracias a las tácticas de investigación del señor Benjamín Gutiérrez, Jefe del cuerpo policiaco, recientemente designado por el Presidente de la República, a raíz de su exitoso viaje de estudios por París. Chávez salió del baño después del regaderazo de agua fría que siempre le hacía aullar, pero afirmaba, que está bueno para que soportemos los cambios del clima, ahora que el tiempo está loco, como nuestra misma sociedad fracasada, que no sabe cómo acabar con la política corrupta y mediocre, el terrorismo y la delincuencia transnacional de la droga, y mete, como un avestruz desvalido, la cabeza en el excremento para ocultarse.

Se vistió, tomó su portafolio, bajó al comedor, ingirió el kilo diario de pastillas para conservarse joven y alejar hasta Timbuctú a la disfunción eréctil, desayunó la fruta y el jugo acostumbrado, le dio un beso a María, abrió la puerta del garaje, encendió su auto del año y lo enfiló hacia la oficina, pero María salió corriendo: - Se te olvidaron los periódicos. _Le dijo dándoselos por la ventanilla que todavía tenía abierta. - Gracias amor, pero quédatelos, ya sabes que allá en la oficina me dan la síntesis. Hoy tengo mucho trabajo para leerlos completos. Nos vemos al mediodía. _Le dijo mientras cerraba la ventanilla y se ajustaba el cinturón de seguridad. Ella sonrió, cerró la puerta y, ahora sí, se dirigió hacia la oficina…Al entrar a la oficina llamó a su secretaria Marilú -mujer joven de sesenta y cinco años que le provocaba celos a su esposa- para que le trajera la síntesis diaria de los periódicos y revistas (los cuales está obligado a leer todo buen funcionario antes de resolver los problemas del día). Estaba realmente interesado en la detención de la Quebranta-ancianas y, sin más, se dio a investigar qué decían los diarios de ella.

El XYZ de Madrid decía: ‚La Quebranta-ancianas Mejicana: Asesina por Venganza.‛
Joaquina Terrazas Gómez se ha llevado la palma entre todos los asesinos seriales de la historia mejicana. Y, según aparece de sus primeras declaraciones, fue por venganza. Venganza en contra de la abuela y de la madre que le hicieron la vida imposible desde la niñez. Aseguró frente a la policía: ‘Lo hice porque tenía rabia contra todas las mujeres que se parecen a mi madre y a mi abuela’. La policía de Ciudad de Méjico logró detenerla el 24 de enero por pura casualidad. Un mero golpe de suerte. Habían causado tanto impacto las muertes de cuando menos 40 ancianas que la Procuraduría del Distrito Federal creó una Fiscalía especial (una de esas que nunca resuelven nada: ni aquí en España ni allá en Méjico) para atender su caso, en medio de la ola del crimen que invade a esa Ciudad, para lograr detener a esta fémina que, según se dice, desde hace más de diez años, ha venido estrangulando a mujeres ya viejas, pasados los sesenta años de su vida. Y, muchas de ellas, afincadas en la gran colonia española de la Nueva España, como la conocíamos después de la conquista del imperio Azteca.

De las fotografías se desprende que es una mujer hombruna: fornida, de considerable talla, para lo que son las mujeres mestizas de Méjico. Con una imagen de hombre o de mariquita con peluca, de cuarenta y cinco años y de profesión luchadora. En el ring actuaba con el nombre de la ‘Reina Roja‛. Siempre que mataba acostumbraba vestirse de rojo: un verdadero travesti, ambidextro y con una fuerza tal que a la policía le costó trabajo someterlo. Fingía, en ocasiones, ser vendedora de productos de belleza, o empleada del gobierno que realizaba gestiones para repartir pensiones que PLOMO (Pablo Luis Martínez Ortiz, gobernador de la Capital azteca) reparte mensualmente a los ancianos de más de setenta años. Primero se ganaba la confianza, entraba en la casa y estrangulaba o golpeaba con brutalidad a las viejecitas hasta matarlas. Pero no se quedaba ahí: luego robaba cosas que encontraba al azar, pero, desde luego, con valor. En ocasiones las golpeaba con un aparato de tomar la presión y luego las ahorcaba con el estetoscopio.

Declaró que desde muy niña fue violada por su propio padrastro y que su madre que era una irresponsable y alcohólica, la regaló a una familia cuando tenía doce años, la cual la explotó como sirvienta y que fue nuevamente abusada, sexualmente, por el patrón. Más tarde, tuvo amores con un luchador, el que le enseñó dicho arte, pero aunque tuvo temporadas de triunfo, finalmente, acabó siendo promotora y vendedora en las arenas de lucha libre de los pueblecitos cercanos a la capital azteca. Joaquina Terrazas Gómez ha superado a todos los delincuentes seriales que la antecedieron en Méjico: ¡No cabe duda que el género mejora! Peritos en la materia -criminalistas, criminólogos, psiquiatras forenses, psicólogos y trabajadores sociales penitenciarios- se han reunido para intentar interdisciplinariamente, averiguar cuáles han sido las causas predisponentes, preparantes y desencadenantes, que han llevado a esta siniestra mujer a realizar crímenes tan impiadosos. ¿Fueron los traumas de su infancia? ¿Acaso la mala alimentación de la madre y su alcoholismo? ¿La sífilis que le contagió el padrastro al violarla? ¿La glucosa de los refrescos que ingería? ¿Algún golpe en la cabeza que recibió cuando se decidió a practicar la lucha libre? ¿El comportamiento de la lúbrica abuela y la beoda madre? ¿El abuso sexual de sus patrones? ¿La promiscuidad de las correccionales donde fue enviada? Todavía no se sabe, pero lo más seguro es que sea una causa multifactorial.

Se conoce que muchos asesinos de su tipo, cuando ya han cometido muchos crímenes, ellos mismos se entregan o dejan huellas palpables para que los detengan. Algunos hasta dejan notas diciendo: ¡Ya agárrenme, porque no me puedo detener! Pero, por lo que se ve, siempre se necesita de una sirvienta hábil que dé aviso oportuno para que la policía actúe. Lo que tiene que ocurrir es que se la encuentre, porque si no de nada sirve. Al parecer la ‚Quebranta-ancianas‛ varias veces rondó las estaciones de policía para que la detuvieran, pero como iba disfrazada, pues los agentes no la identificaban y tenía que regresar a su casa desconsolada para preparar el siguiente atraco. ¡Ésta sí que se llevó las palmas!‚

Chávez del Rosal emocionado por la lectura del XYZ dijo para sí: - Bueno, si ya llegó la información hasta España, veremos lo que se dice aquí entre nosotros… _Sin importarle que afuera le esperaban muchas personas para que las informara de la evolución de sus casos, y pasó a leer la siguiente síntesis que era de El Inmigrante de Sonora_: ‚La Quebranta-ancianas una asesina en serie y en serio.‛40 ‚Una ‘Estrella de la lucha libre’, cincuentona, ha resultado ser la peor asesina serial de la historia de nuestro país. Joaquina Terrazas Gómez, quien sobre el cuadrilátero, se le conoció con el nombre de la Reina Roja, es la mujer que por lo menos ha sacrificado un centenar de ancianas, según las investigaciones hasta ahora realizadas, en un periodo de 15 años, en los que había sido un misterio y una amenaza constante. La Reina Roja. Color que le gustaba más por la sangre que derramó en la vida real que en el cuadrilátero, fue sorprendida in fraganti después de cometer el horrendo sacrificio de una mujer de 80 años, el cual, confesó, es uno de los 10 que, por lo menos se le atribuyen, de un total de 53 que han tenido el mismo sello de este último.

Sin embargo, se piensa, según dijo, se sentía contenta de haber traído de cabeza a todas las policías de la ciudad capital. Se sabe que nuestras ‘tiras’ pensaban, en un principio, que quien mataba a las viejitas, estrangulándolas, era un macho, como sucedió allá por los años cuarenta con Nemorito, el estrangulador que después de matar a cuatro suripantas las enterró en el jardín de su casa para que florearan mejor las rosas.

La policía ya había realizado un retrato hablado, basado en los dichos de personas que la habían visto salir de los domicilios de algunas de sus víctimas y, sin faltar a la verdad, podemos decir que sí se parece. Además sus huellas dactilares coinciden dentro del sistema de Korsakov, y fueron descubiertas en múltiples objetos de las casas en las cuales realizó sus fechorías. Una señora que iba en su ‘troca a la marqueta’, habló para decir que ella había visto salir a una ‘güerca’ que parecía un hombre, disfrazado de mujer, de la casa de Rosamaría Gómez: una de las víctimas en donde encontraron huellas que coinciden con las de la quebrantadora.‛ Lo que sorprende es que la Güerca Roja era al parecer buena madre -porque lo ha sido de tres menores (dos güerquitos y una güerquita)-, y vecina amistosa en su comunidad, lo que comprueba que este tipo de asesinos siempre posee doble personalidad.

La Quebrantadora es originaria de un pueblo cercano a la Huasteca hidalguense que se caracteriza por su pobreza y analfabetismo: casualmente ella dice que no sabe leer y escribir, aunque parece ser que esto es mentira porque la han visto tratando de leer textos. ‚El Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Crescencio Giulliani Everardo, bien informado respecto del caso, aseveró que más que luchadora fue vendedora de palomitas de maíz en las arenas de lucha libre aledañas al Distrito Federal, aunque ella dice que fue luchadora y manager de otros aspirantes a esa profesión, pero que, además, lavaba y vendía ropa y productos de ‚Strandford on Avon y Green Grass‛.Su modo de operar se iniciaba informándose de los domicilios de las ancianas mediante las listas elaboradas por el equipo de trabajo social del Gobierno del Distrito Federal, por lo que no se descarta la posibilidad de que algún empleado de ese sector se encuentre involucrado. Iba al salón de belleza, para que, con frecuencia, le cambiaran la imagen.

Regresaba a su casa, se vestía, con cierta pulcritud, con atuendos de color rojo, tomaba los instrumentos que iba a utilizar para asfixiar a las ancianas, los que ponía en una bolsa en donde además llevaba una bata de enfermera: hacía sortilegios dedicados a la Santa Muerte, incluso sacrificios de animales (tenía algunos disecados y otros en frascos). Salía de su hogar, abordaba, un auto de alquiler, cuyo taxista al parecer era cómplice, que la dejaba a unas dos cuadras del domicilio elegido y se iba caminando hasta él. Previamente ya había recorrido la zona para no andar con titubeos, checaba que no se le hubieran olvidado los instrumentos del delito, tocaba la puerta y, cuando salía la víctima se mostraba jovial, amable y convincente. Algunas ancianas la invitaban, confiadas, a entrar y ofrecerle una silla, mientras platicaban sobre el fingido motivo de su visita.

Se empezaba a volver insolente para provocar enojo en las ancianas y que la corrieran de su casa o la insultaran. Con esto ella se encrespaba y acto seguido las empezaba a agredir golpeándolas con fuerza, con llaves de lucha libre; sacaba de su bolsa el cable de electricidad que llevaba o el estetoscopio, cuando se hacía pasar por enfermera, y casi sin dejarlas hablar y menos gritar (muchas se desmayaban con los golpes sin huella que les infería) y aplicaba el torniquete hasta que dejaban de respirar. De inmediato hurgaba en todas las habitaciones de la casa con una habilidad que era producto de su larga experiencia en la carrera de ladrona, seleccionando dinero y objetos de valor que luego pudiera vender con facilidad. Salía con tranquilidad, como si nada hubiera pasado, hasta con una sonrisa en la boca para evitar sospechas, en las ocasiones en que la acompañaba el taxista, que ya la estaba esperando, y se iban a comer.

Ella le pagaba con alguna de las cosas robadas y se despedían. Los días siguientes, se encargaba de colocar los objetos robados en el mercado negro de Tepito o con compradores de chueco que ya la conocían de tiempo atrás. Haydeé Armandina Pacheco, psiquiatra forense de la Procuraduría, graduada en la Universidad Complutense de Madrid, aseguró que la Quebranta-Ancianas Mexicana en el fondo -y dada su limitación cultural- era muy primitiva en su actuar y que pudo evadir a la policía por tanto tiempo, gracias a las dimensiones de la Ciudad de México, por la actuación mediocre de la misma policía, ya que siempre dejaba pistas: huellas digitales esparcidas por todos lados, objetos personales (un día olvidó hasta una mascada de su propiedad con la que trató de ahorcar a una de las ancianas), dejando el lugar de los hechos, en completo desorden. La psiquiatra agregó que Joaquina era una psicópata, porque siempre mostró frialdad, indiferencia, falta de piedad, de remordimiento y de valores morales.

Y que todo esto se corroboraba con facilidad por su reacción al ser detenida durante el último de sus asesinatos: ‚Seguramente _dijo la perito_ en su cerebro anidaba la idea de que ella le estaba haciendo un bien a las viejitas porque las quitaba de sufrir, aunque la verdad es que sentía placer al matarlas. En el fondo su pasión era la venganza nacida del odio hacia su madre y abuela: las mataba una y otra vez. Descargaba su presión, pero volvía lentamente a acumularla y sentía, de nueva cuenta, la imperiosa necesidad de volverla a canalizar. Estos asesinos lo son para toda la vida. Además, se puede concluir que humillan porque fueron humillados, roban porque la familia les negó afecto y matan porque temen ser identificados con posterioridad, independientemente de que lo hagan porque ven amenazado su coto de poder, cuando las víctimas oponen resistencia.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en un boletín de prensa, comunicó: ‚Se han encontrado datos suficientes para que Joaquina Terrazas Gómez, por lo pronto, sea procesada en ocho juicios de homicidio cometido en agravio de otras tantas personas de sexo femenino, de la tercera edad. Lo anterior lo corroboró el Juez 182 penal, Rosendo Zaragoza Jiménez, al manifestar que el Ministerio Público ha aportado los elementos necesarios para instaurar ocho procesos en contra de la Terrazas Gómez, por los homicidios de Manuela Durán de la Colonia de los Doctores, Ernestina Hevia, de la Buenos Aires, Carmen Solórzano de Coyoacán, Angustias Baca Milo, de la Roma, Dolores Buendía de la Bondojito, Abundia Jiménez de la del Valle, Amelia Cueto de San Angel, y Virginia Perales de Coyoacán. En todos esos casos, durante las investigaciones policiales se encontraron las huellas dactilares y el mismo modus operandi de Terrazas Gómez.

THIERRY PAULÍN.

 

Aunque el tema está relacionado con Psicópatas Mexicanos, en virtud de que las autoridades responsables de la investigación de la mata-viejitas relacionaban los crímenes y modus operandi con el perfil criminal de Thierry Paulín me pareció  importante dedicarle un tiempo a este paradigmático caso, para lo cual consulté el portal WWWESCALOFRÍO.COM, encontrando esta valiosa información.

El 5 de octubre de 1984 dos hombres atacaron a una anciana de 91 años robándole todos sus ahorros tras atarla, amordazarla y golpearla. Cuando la encontraron, su estado de nervios era tal que fue incapaz de proporcionar una descripción de los agresores.

Ese mismo día otra anciana de 83 años era atacada en un distrito vecino, pero la mujer no contó con tanta suerte como la anterior, pues la atacaron golpeándola fuertemente y la asfixiaron posteriormente con una almohada robándole la pequeña cantidad de 200 francos. El cadáver fue encontrado atado con la cuerda de una cortina.

Cuatro semanas más tarde fue hallada otra mujer, esta vez de 89 años, asfixiada con una bolsa de plástico y a la que le faltaban unos 500 francos y un reloj valorado en 300 francos Así continuaron los crímenes en días sucesivos hasta alcanzar la terrible cantidad de ocho mujeres brutalmente golpeadas y asesinadas en tan sólo cinco semanas.

La policía apenas podía realizar la inspección ocular del lugar de un crimen cuando ya se le notificaba de otro caso.
Buscando al Asesino

El robo de dinero parecía ser el único móvil de aquellos crímenes brutales, pero las cantidades eran tan ridículas que la policía pronto desechó la idea. Cuando la policía parisina intentó trazar un perfil del asesino de ancianas le resultó muy complicado, pues aquellos crímenes no encajaban en ningún modelo conocido. El asesino no tenía móvil sexual, pero sí era desconcertante el sadismo y la brutalidad demostrados en los crímenes.

Los investigadores dedujeron en seguida que se trataba de una persona sin empleo fijo, debido a las horas en que se cometieron los asesinatos, y que ésta tenía una buena presencia física o que era una persona "encantadora" a primera vista, pues nunca se hallaron cerraduras forzadas ni puertas golpeadas. Por las heridas de las víctimas, también pensaron que se trataba de alguien joven y robusto, pero todo eso no era suficiente para atrapar con rapidez al asesino reincidente.
Los asesinatos de las ancianas se convirtieron en el tema de conversación principal de todo París y provocaron las protestas y manifestaciones de la población en contra de los delitos violentos. Poco a poco el pánico comenzó a extenderse por la ciudad y se tomaron medidas de emergencia, como un espectacular despliegue de policías procedentes de varios departamentos en las zonas que el asesino acostumbraba frecuentar, teléfonos de socorro por si alguien veía algo extraño, asesoramiento destinado a las personas mayores, etc.

En el verano de 1986, dos años después de su comienzo, el asesino había acabado con la vida de dieciséis ancianas, hasta que pasó un período sin que se cometiese ningún crimen de ese tipo en la zona. Los agentes no podían llegar a sospechar siquiera que el asesino en serie tan temido se encontraba por aquel entonces entre rejas detenido por venta de cocaína. Ese hombre se llamaba Thierry Paulin.

Como se creó el Monstruo

Thierry Paulin nació el 28 de noviembre de 1963 en la isla caribeña de La Martinica, y al poco tiempo de su nacimiento su padre abandona la familia. Su madre, de 17 años, lo envió con su abuela quien dirigía un restaurante y no tenía tiempo para atender a su nieto; pasó los primeros años de su vida desprovisto de todo afecto familiar, convirtiéndose en un muchacho difícil y violento.

Unos años después su madre se casa con otro hombre y tiene tres hijos con él, pero el hombre pronto se cansa del carácter de Thierry y lo envía a Francia con su verdadero padre, lejos de la familia. Pero éste también estaba casado y con dos hijos, por lo que tuvo que aprender a integrarse en una nueva familia, sin tan siquiera conocer a ese señor que decía ser su padre.

A los 18 años, cuando se encontraba haciendo el servicio militar, entró en un supermercado y después de amenazar a la propietaria con un cuchillo de carnicero huyó con todo el dinero de la caja. La mujer logró identificarlo, Thierry fue detenido y pasó una semana en la cárcel.

Al acabar el servicio militar, Thierry se instaló en París, integrándose rápidamente a la comunidad de homosexuales y consiguió un empleo en un club nocturno especializado en shows travestis. Allí conoció a su primer compañero sentimental Jean Mathurin.

En ese local Thierry hacía a veces actuaciones travestis, e incluso invitó a su madre a ver el espectáculo; quien impresionada de ver a su hijo con ropas de mujer se retiró antes de que acabase, rechazando así su homosexualidad.
Como se logró encontrar a Thierry

Cuando Thierry obtuvo la libertad tras estar doce meses entre rejas por venta de drogas, reanudó su vida y sus viejas costumbres. Una de ellas, fue la de seguir asesinando; mientras, la policía de París seguía investigando los crímenes.

Pero esta vez los agentes contaban con un as en la manga: la primera víctima de Thierry, la señora de 91 años a la que había atacado para robarle sus ahorros, se había ido recuperando del trauma y tres años después les proporcionó una detallada descripción del agresor.

Inmediatamente se distribuyó su retrato robot (hablado) por todas las comisarías de París y sus alrededores y al poco tiempo Thierry era identificado y detenido.

Tras comprobar que sus huellas correspondían con las tomadas en los lugares de los crímenes, fue interrogado sin interrupción durante cuarenta y tres horas seguidas por la Brigada Criminal, y terminó confesándose autor de más de 20 crímenes.

Lo que dejó atónitos a los policías, era la indiferencia con la que Thierry describía los mismos, absolutamente incapaz de comprender la terrible gravedad de lo que había hecho. Para él, la vida de un ser humano carecía por completo de valor.
Las razones que llevaron a Thierry a cometer aquellos crímenes continúan siendo un misterio, por lo que los psiquiatras tuvieron que hacer un retroceso a su infancia para tratar de ver más claro.

En realidad jamás tuvo un hogar, ni una familia que le quisiese y se preocupase por él. Antes de llegar a la adolescencia ya lo habían custodiado tres personas: su abuela, su madre y luego su padre, pero todos se lo fueron quitando de encima poco a poco, lo que Thierry interpretó como un rechazo. Por otra parte, su inclinación homosexual había despertado un desprecio general en su entorno. Privado de todo cariño, no sentía hacia los mayores ningún respeto. Se negaba a ser como todos los adultos que conocía, pues eran indignos de su confianza y respeto, y continuó siendo un niño reservado, desafiante y violento. La falta de amor le había endurecido hasta el punto de ignorar el sufrimiento, tanto si él era víctima o agresor, no tenía piedad. Lo demuestran sus posteriores declaraciones a la policía: "Yo sólo ataco a los débiles".

Acabó confesando que no siempre actuaba solo y que su amante Jean Mathurin había tomado parte en los primeros crímenes.

Finalmente, en el juicio se le acusó por asesinato y robo con violencia en dieciocho ocasiones. Mientras cumplía condena, el 16 de abril de 1989 fallecía en su celda, enfermo de sida cuando sólo contaba con veintiséis años.

PERFIL PSICOLÓGICO DE JUANA BARRAZA SAMPERIO (LA MATA VIEJITAS).

En este presente trabajo se realizara el Perfil Psicológico de la Sra. Juana B. por lo cual es necesario primero escribir algunos datos, así como también su historia de vida y de esta forma mencionar su posible Perfil Psicológico basándome en el DSM-IV- TR.

Sexo: Femenino
Edad: 49 años
Fecha de nacimiento: 27 de diciembre de 1958
Lugar de nacimiento: Pachuca, Hidalgo
Estado Civil: Soltera
Hijos: Cuatro

Su padre abandona a la madre de Juana B. el día en que ella nació, llevándose con él, al hermano mayor de ella.
Su madre Justa Samperio era prostituta y alcohólica por lo cual descuidaba a su familia, su única figura paterna era su padrastro Gerardo Hernández, quien se ausentaba con frecuencia.

Tenía dos hermanastros, quienes tuvo que cuidar, también tuvo que hacerse cargo de las labores del hogar sin posibilidades de estudiar.

Durante su infancia se le impidió socializar, salir de casa, no tuvo juguetes ni amigos, su madre la agredía física y psicológicamente. Solo su padrastro genera en ella un recuerdo de protección.

Su madre la cambia por tres cervezas a José Lugo, un hombre que la tuvo desde los 12 hasta los 17años, casi todo el tiempo con las piernas amarradas en la cama para que las tuviera inmovilizadas y este hombre la pudiera violar reiteradamente,   la embarazo, tuvo un aborto a los 13 años.

En sus relaciones padeció  de engaño, violencia y abandono, por lo que decidió vivir de forma independiente con sus cuatro hijos. El mayor murió a los 24 años durante una riña callejera.

Posee conocimientos en enfermería y supuesta adoradora de la santa muerte.

Es admiradora de la lucha libre y la práctica haciéndose llamar “La dama del silencio” argumentando que es muy callada;  en una de esas peleas se cae y se lastima su columna, por lo cual su médico le menciona que si vuelve a luchar quedaría parapléjica, razón por lo cual ella deja de practicarla.

Juana B. es una persona introvertida, una madre atenta y responsable, buscando en todo momento como llevar ingresos a sus hijos.

Por toda su historia de vida, de la violencia que recibió en su niñez, conformando cierto trastorno y en ese momento al no tener una forma de obtener ingresos y también de sublimar, es que comienzan a ver asesinatos parecidos, puesto que todas eran ancianas que vivían solas, muertas por asfixia, y en algunas ocasiones llegaba a robar las pertenencias de la víctima.

Se hacía pasar por una enfermera o trabajadora social, que ayudaba a gestionar una pensión a las mujeres mayores o les ofrecía sus servicios de ayuda doméstica. Prefería operar los días martes o miércoles, vestida de rojo, en el domicilio de las señoras, una vez que se ganaba su confianza, las ejecutaba a sangre fría, las muertes eran provocadas por estrangulación. En casos aislados, se encontró evidencia de abuso sexual en las victimas.

En uno de los crímenes se encontró una toalla sanitaria, la cual posiblemente era de la victimaria, el periodo menstrual para algunas mujeres significa malestar, por lo cual algunas lo desfogan con agresividad hacia otras personas. Los investigadores se dan cuenta por las fechas que esto se está dando dentro de su periodo menstrual, lo cual empieza a desatar su necesidad de seguir matando.

El robo no fue siempre el móvil del crimen, y se llega a la conclusión de que el resentimiento que cargo en contra de su madre, lo desahogo en la figura de las ancianas que mato.

Se menciona que una vez que fue capturada, no mostro remordimientos por los asesinatos cometidos.

Después de la detención de Juana B. le realizaron una serie de estudios psicológicos. Le pusieron varias imágenes para registrar la variación sensorial de Juana B. mostrando pequeñas variaciones entre imágenes desagradables, agradables y neutras.

Feggy Ostrosky-Solis explico: “Juana B. suele mentir, pues aunque la medición de sus ondas cerebrales reflejaban poca sensibilidad ante la serie de imágenes que le mostraron, ella mencionaba lo contrario. Le enseñamos la imagen de un bote de basura que a la mayoría de las personas no les representa ningún sentimiento; pero ella decía que sentía algo agradable y al observar a una mujer a la que iban asesinar, sus ondas cerebrales casi eran muy similares a las anteriores. Durante las sesiones mostro una leve sonrisa, la misma que tuvo después de su captura, cuando mostró a los Policías Judiciales la manera en que asesinaba a sus víctimas”

Tiene problemas con el manejo de su propio nivel de capacidad de culpa y con la identidad femenina. Además se encontró que tenía una disfunción en el lóbulo frontal (Este se encarga de la área motora y centros de lenguaje. Planeación, secuenciar, imaginación, se integra toda la información para darle significado).

Es considerada como una asesina serial, puesto que lo anterior es una persona que mata por lo menos a tres personas con intervalo de tiempo entre los asesinatos, el asesino serial en general usa sus manos o armas blancas, no utiliza armas de poder.

Ella negó todos los crímenes, a excepción del último. Fue sentenciada a 759 años de prisión y una multa de cien mil 453 pesos, por la responsabilidad de 16 mujeres de la tercera edad, y 12 robos calificados. Se cree que mató a más de 40 ancianas entre 1999 a 2006.

Posible diagnóstico

TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD

Este patrón también ha sido denominado Psicopatía, Sociopatía. Puesto que el engaño y la manipulación son características centrales del Trastorno Antisocial de la Personalidad.

Hay una transgresión a la ley y de echo la disfruta, no se apegan a las normas de convicción social, son impulsivos, irresponsables, agresivos, irritables, toleran mal la frustración, explotan a otros  para obtener beneficios materiales, no les preocupa la seguridad de los demás, a pesar de todo no sienten culpa más bien lo racionalizan y culpan a otros.

Pueden ser indiferentes o dar justificaciones superficiales por haber ofendido, maltratado o robado a alguien. Hay una falta de empatía, engreimiento y encanto superficial.

Pueden tener un concepto de sí mismos arrogante, tercos, mostrar labia, encanto superficial, ser volubles y de verbo fácil. Pueden experimentar disforia, incapacidad para tolerar el aburrimiento.

De forma asociada se puede encontrar Trastornos de Ansiedad, Trastornos Depresivos, Trastornos Relacionados con Sustancias, Trastorno de Somatización, Juego Patológico y otros Trastornos de Control de Impulso.

Frecuentemente tienen rasgos de personalidad que cumplen los criterios para otros Trastornos de Personalidad, en especial los Trastornos Límite, Histriónico y Narcisista.

Existen pruebas de un Trastorno Disocial que comienza a la edad de los 15 años y ahora el sujeto tiene 18 años o más.

El Trastorno Antisocial de la Personalidad y Trastorno Narcisista de la Personalidad comparten la tendencia de ser duros, poco sinceros, superficiales, explotadores,  poco empáticos.

Sin embargo el Trastorno Narcisista de la Personalidad no incluye características de impulsividad, agresión, engaño y una historia de Trastorno Disocial en la infancia o de comportamiento delictivo en la edad adulta

Los sujetos con Trastorno Antisocial de la Personalidad pueden no estar  tan necesitados de despertar admiración y envidia en los demás.

El Trastorno Antisocial de la Personalidad y Trastorno Histriónico de la Personalidad comparten una tendencia a ser impulsivos, superficiales, buscadores de sensaciones, imprudentes, seductores y manipuladores; pero las personas con Trastorno Histriónico de la Personalidad tienden a ser más exageradas en sus emociones y no se suelen involucrar en comportamientos Antisociales.

Los sujetos con Trastorno Antisocial de la Personalidad tienden a ser menos inestables emocionalmente y más agresivos que los que presentan un Trastorno Límite de la Personalidad

Criterios para el diagnóstico de Trastorno Antisocial de la Personalidad

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

1.      Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivos de detención
2.      Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer

3.      Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro

4.      Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones

5.      Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás

6.      Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas

7.      Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación de haber dañado, maltratado o robado a otros

B. El sujeto tiene al menos 18 años

C. Existen pruebas de un Trastorno Disocial, que comienza antes de la edad de 15 años

D. El comportamiento Antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una Esquizofrenia o un Episodio Maníaco.

http://forense-p.blogspot.mx/2013/08/perfil-psicologico-de-juana-barraza.html

EPÍLOGO.

Parecerá un contrasentido, pero me pareció adecuado terminar esta exposición acerca del perfil criminológico de Juana Barraza Samperio con el magnífico prologo que escribió el Maestro Luis de la Barreda para el libro La Muerte Lujuriosa del doctor Antonio Sánchez Galindo…Lo pongo a su consideración.

¿Un monstruo? Sí, sólo un monstruo es capaz de sobrevivir a las violaciones de su padrastro y los abusos sexuales de su abuela —que le fueron infligidos siendo una niña—, al conocimiento doloroso de que su madre consentía esas violaciones para retener a un esposo que se sentía fuertemente atraído por otra mujer, a los castigos infames que se le inferían desde muy pequeña, a la venta que su madre hizo de ella por unos cuantos pesos con los cuales podría seguir bebiendo, a las torturas frecuentes infligidas por su esposo, y después, fortalecida en los infortunios, enfrentar cuerpo a cuerpo a su cónyuge no obstante que era luchador profesional, volverse ella misma también luchadora profesional, hacerse cargo de sus tres hijos y asesinar lujuriosamente a decenas de ancianas que le habían abierto las puertas de su casa y de su corazón, asesinatos con los que, por una parte, se vengaba ad infinitum de los agravios de su abuela en mujeres que se la recordaban —el más implacable y pertinaz de los impulsos para agredir es la fiebre vindicativa—, y, por otra, cumplía el designio divino que le ordenaba privarlas de la vida para librarlas de los sufrimientos que impone la vejez.

Ese fenómeno con apariencia femenina es un verdugo insaciable que había sido víctima reiterada de atrocidades infrahumanas, es despiadado en venganza de que la vida le había tratado sin piedad, se convierte en un insaciable súcubo necrófilo que antes de serlo había sido objeto de la lascivia de muchos íncubos, oye voces que la hacen huir de una realidad que le ha sido adversa una y otra vez. Es un endriago, sí, pero por su misma complejidad y singularidad amerita ser conocido, analizado, comprendido y escuchado. Es un monstruo que se va gestando en un contexto monstruoso, acerbo, lacerante: la porción del mundo —de las más impías— en que le tocó vivir.

Dr. Antonio Sánchez Galindo.
Miembro de número de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales y representante del Estado Mexicano ante la ONU en temas de Tratamiento de Reclusos y Derecho de Menores.

Dr. Luis de la Barreda Solórzano.
Luis de la Barreda Solórzano dirige el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad. Fue Presidente —fundador— de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y Visitador General Penitenciario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y de la Academia Mexicana de 14 Ciencias Penales. Su libro más reciente es Educación y derechos humanos (Cal y Arena, México, 2008).

Julio A. Ceballos 
San Lui Soy.
23 de Febrero 2015.

 

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