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JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO
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JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

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PROGRAMA DEL MIERCOLES

8 DE OCTUBRE DE 2014

 PROGRAMA

EL SABOR DE LA NOTICIA EN

VOX POPULI TV

 TODOS LOS MIERCOLES APARTIR  DE LAS 20:30 HORAS

 PROGRAMA DE RADIO  CLICK EN LA IMAGEN TODOS LOS MIERCOLES APARTIR  DE LAS 19:00 HORAS

JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

 PONENCIAS MAGISTRALES APORTADAS A UNIVERSIDADES INSTITUTOS , FOROS Y CONFERENCIAS DE MEXICO Y EL EXTRANJERO DE  JULIO ALFREDO CEBALLO ALONSO

ENFOQUE VICTIMOLOGICO DEL ABUSO SEXUAL...

JULIO A. CEBALLOS

EL ESPIRITU DEL LUGAR

 

EL ASESINATO DE JUAN ANTONIO LEDEZMA ZAVALA: UN CASO DE CALCINACIÓN CRIMINA

.por Julio A. Ceballos...

"No tengo intención de discutirlo; el tema incluye política social, no mérito artístico. Nada más diré que lo único que un escritor debe trabajar es la documentación que ha recogido como resultado de su propio esfuerzo y observación, y no puede negársele el derecho a emplearlo. Se puede condenar, pero no negar."

Truman Capote

 

El día 9 de agosto de 1982, siendo Comandante de la Sección de Homicidios de la entonces Policía Judicial del Estado de San Luis Potosí, México tuve la oportunidad de enfrentarme por ocasión primera en mi carrera de investigador criminal con un caso en el que el cuerpo de la víctima había sido calcinado, probablemente con la intención de los perpetradores de desaparecer el cadáver de la víctima y así evadir la acción de la justicia.

 

Como menciono en la entrevista que sostuve con la extraordinaria periodista Lucero Aguilar Fuentes, directora de la revista Expresión San Luis en febrero de 2009, el asesinato del ex Presidente Municipal de nuestra ciudad capital, Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala causó un escandalo sin precedentes en la historia de San Luis Potosí, por varias causas: la primera de ellas porque ocurrió en el seno de una familia de la “alta sociedad potosina”, la segunda, porque la víctima era un personaje reconocido y representante prominente de la clase política entonces en el poder. La tercera razón, porque la asesina era una mujer y además su esposa. Por último al menos uno de los autores materiales era profesionista y el segundo un connotado deportista y estudiante universitario.

 

LOS HECHOS.

El día domingo 9 de agosto se recibió en la guardia de agentes de Judicial del Estado un reporte en el que se informaba que en la carretera que conduce a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, se encontraba desbarrancado un vehículo, mismo que ardía en llamas. Al recibir el reporte quien esto escribe, y quien en esos días me desempeñaba como Comandante de la Sección de Homicidios de la Policía Judicial del Estado, procedí de forma inmediata a dirigirme al lugar del siniestro, en compañía de los Agentes investigadores de Homicidios Ramón Villaseñor Renovato, Marcos Oviedo Ponce, Lorenzo Sarabia Escobedo y Roberto Antonio Villalobos Flores.

 

Aproximadamente a las 13:00 horas el pequeño grupo de Investigadores de homicidios a mi mando nos constituimos en “La Curva del Cochino”, ubicada en el kilómetro 20 de la carretera a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, quienes conocen ese tramo saben que son varios kilómetros de peligrosas cuestas, y aproximadamente a 25 metros de la carpeta asfáltica pudimos observar desbarrancada una camioneta tipo Guayín, de color amarillo, marca Dodge Wagorn Willys, con placas de circulación UUV OO9 S.L.P, de inmediato me comuniqué por la frecuencia de radio se investigara en la Dirección de Transito quien era el propietario del vehículo siniestrado.

 

Mientras tanto ordené a los agentes a mi mando resguardaran la escena de lo que hasta ese momento considerábamos a priori un lamentable accidente. Por mi parte en compañía del Agente del Ministerio Público y de un Perito en fotografía comenzamos una rigurosa inspección al lugar. Me pareció importante iniciar la revisión de la carretera, ya que supuse que si se trataba de un accidente debido a impericia del conductor combinada con exceso de velocidad encontraríamos fácilmente evidencia que demostrara nuestra primer hipótesis. Pero al realizar nuestra inspección desde aproximadamente 50 metros atrás al lugar en que el vehículo salió de la carretera, no pudimos detectar huella alguna de frenaje que nos indicara que el vehículo hubiese salido de la carpeta asfáltica debido a exceso de velocidad o a la ponchadura de alguno de sus neumáticos.

 

Obviamente íbamos realizando tomas fotográficas de todo lo observado, así como tomando las respectivas notas. Al llegar al lugar preciso en donde el vehículo salió de la carretera, pudimos observar que la camioneta Guayín, se encontraba cuesta abajo a unos 25 metros del punto de su salida pero que su caída y descenso sobre el barrano había sido detenido por una gran roca…Fijamos la escena desde ese punto y pudimos percatarnos de que el vehículo se encontraba incendiado, parcialmente consumido por el fuego.

 

Por fin descendimos por la accidentada pendiente y nos acercamos al vehículos y al acercarme al mismo por el lado del copiloto pude observar que sobre el asiento del lado que cito se encontraban los restos calcinados de una persona, el cuerpo, reducida a una masa informe de unos 45 centímetros de longitud, correspondiente al torso, rematado por el elíptico cráneo carbonizado, crecía de miembros superiores e inferiores, se deducía que lo colocaron hincado, de frente sobre el asiento del copiloto.

 

Al continuar con la inspección del vehículo pudimos detectar que las llaves de encendido se encontraban colocadas en el switch pero en posición de apagado, y extrañamente el posición del bastón de las velocidades se encontraba en posición de “neutral”, y aunque el vehículo se encontraba en gran parte consumido por el fuego nos percatamos de que el tanque de la gasolina se encontraba sin explotar y casi lleno de combustible. En el interior el vehículo se logró localizar un tanque portátil para combustible correspondiente a la camioneta guayín, vacío…y unos siete metros del vehículo una tea manufacturada con alambre y estopa con la que probablemente iniciaron el incendio del vehículo…! Y estando analizando y cavilando acerca de todas estas extrañas circunstancias, más bien estando considerando que eran torpes y obvios indicios de intentos ingenuos para despistar un asesinato, se acercó hasta mi el investigador Mario Acevedo y muy quedo y alarmado me dijo:

 

-Comandante, el vehículo, de acuerdo a las placas es propiedad del ex presidente municipal, Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala…

 

-Ya intentaron comunicarse con él

Pregunté con aprensión al agente Mario si ya habían tratado de comunicarse con el Licenciado Ledezma

 

-Nadie contesta el teléfono en su casa, fue su seca respuesta…

 

El asunto comenzaba a complicarse…

 

Los datos proporcionados por los indicios localizados en la escena del crimen (aunque en principio me pareció una escena secundaria) y su estudio y análisis, era lógico deducir que el desbarrancamiento de la guayín no fue accidental, sino que fue precipitada de forma deliberada al voladero para simular un accidente, aunque la simulación fue frustrada cuando el vehículo fue frenado por una enorme roca a tan sólo 25 metros de su salida de la carretera. Mientras que el cuerpo calcinado localizado en el asiento del copiloto, nos indicaba que el vehículo era conducido por una segunda persona, suponíamos nosotros, que había sido conducido por uno de los asesinos.

 

Por los dato obtenidos respecto al propietario del automóvil, y que nos señalaban al ex presidente municipal Juan Antonio Ledezma Zavala, a cuya familia había sido imposible localizar hasta esos momentos, existía la posibilidad de que la persona calcinada fuera el Licenciado Ledezma, pero, entonces enfrentábamos el problema de la identificación científica y certera de la víctima calcinada.

 

A eso de las 17:00 horas ya habíamos trasladado el cuerpo calcinado al anfiteatro del Departamento Médico Forense, el Patólogo Forense Dr. Joaquín Reynoso se preparaba junto con sus auxiliares técnicos para realizar la necropsia de Ley, mismas que por sistema presenciaba cuando se trataba de víctimas de homicidio de cuyas investigaciones era responsable. Para agosto de 1982 ya había estado presente en más de 150 necropsias de víctimas de homicidios, y casi todas habían sido realizadas por el mismo Dr. Reynoso…Pero en esta ocasión, además de mis dos agentes investigadores de confianza, estuvo presente en la necropsia de Ley el profesor Refugio Araujo del Ángel, Secretario General de Gobierno, con en voz baja comentó en mi oído:

 

-¿Qué hacemos para establecer la identidad del cadáver comandante Ceballos?

 

Al escuchar la pregunta del Secretario General de Gobierno, el Patólogo Forense me dirigió una mirada y sonrisa enigmática y esperó mi respuesta.

 

-Señor Secretario –le respondí al profesor Araujo del Ángel- el cuerpo esta calcinado aproximadamente en un 60%, incluyendo su rostro y cráneo, considero que su dentadura debe haberse conservado, y salvo la opinión del doctor Reynoso considero que el recurso más viable de identificación es mediante un peritaje Odontológico Forense, por lo que ya algunos de mis agentes están localizan al Odontólogo particular del Licenciado Ledezma…

 

-Ya localizaron a la familia de Juan Antonio? Me preguntó preocupado el profesor Araujo-

 

-No ha sido posible profesor, la casa se encuentra sola y no hemos podido localizar hasta estos momentos a ningún familiar…

 

En el rostro del Secretario de Gobierno se dibujó un gesto complejo de frustración y preocupación.

 

El mismo día que localizamos el cuerpo carbonizado en “La Curva del Cochino”, es decir el domingo 9 de agosto de 1982, en el anfiteatro del Servicio Médico Forense, el cirujano médico dentista Juan Manuel Arévalo identificó los restos calcinados como los del Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala, ya que constaba en sus archivos clínicos que aproximadamente dos años atrás, él le había hecho una prótesis en oro para el segundo molar superior izquierdo, y pudo confirmar que esa pieza estaba presente en los restos del calcinado.

 

De acuerdo con la necropsia de Ley realizada por el Dr. Joaquín Reynoso, el cuerpo presentaba varios golpes y cuando le prendieron fuego aún estaba con vida…

 

¿Quién?

 

Habiendo contestado la primera pregunta a que se refiere una investigación criminal, es decir, al quedar establecida la identidad del Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala como la víctima calcinada, al término de la necropsia de ley, platiqué con el Secretario General de Gobierno frente a los despojos del Lic. Ledezma, y le pedí autorización para retirarme y proseguir mis investigaciones del caso.

 

-¿Qué es lo que sigue? ¿Qué es lo que procede comandante Ceballos?

 

Inquirió con ansiedad el profesor Araujo del Ángel.

 

Le expliqué que de acuerdo al protocolo y a la metodología de la investigación científica de homicidios el paso siguiente era investigar el domicilio de la víctima, a sus familiares y amigos más cercanos, a quienes de antemano se debe descartar –o vincular- de cualquier relación directa o indirecta con el asesinato, además de tratar de recrear las últimas horas de vida de la víctima. Claro está que cuando descartamos cualquier relación o responsabilidad de las gentes allegadas a la víctima, se van abriendo círculos concéntricos y líneas de investigación diversas.

 

El profesor Refugio Araujo del Ángel, me pidió que esperara unos minutos, mientras se dirigía a las oficinas del Departamento Médico Forense. Regresó y con voz grave y baja me comentó:

 

-Julio, órdenes precisas del señor Gobernador: “Qué no se moleste para nada a la familia, por ningún motivo…” Nada de visitas ni entrevistas al menos en durante los próximos quince días…”

 

Tal orden dada por el propio gobernador del estado me sorprendió, pero tuve que acatarla, no obstante a que me impedía entrar en contacto con las principales fuentes de información …Y localizar un probable escenario del crimen.

 

LA HISTORIA.

Juan Antonio Ledezma Zavala y Luz María Adrian López se conocieron en 1959 en un baile efectuado en un club de la capital Potosina, y dos años después, en 1961, contrajeron matrimonio.

 

Él, alto, de tez clara, tenía 27 años de edad, se había graduado con todos los honores en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Potosina, conde había destacado como estudiante y triunfado en campeonatos de oratoria.

 

Ella era una hermosísima joven de origen español, de 21 años de edad. Juntos tuvieron 3 hijos.

 

Sin embargo pronto saldría relucir el carácter autoritario y violento de él. A la par que hacía una brillante carrera como abogado y triunfaba en el ámbito político como militante del partido en el poder (PRI), -fue presidente municipal de la capital potosina-, subían de tono los maltratos y humillaciones, hacia su esposa…estas circunstancias serían el caldo de cultivo para la tragedia…

 

“En el campo de la investigación el azar no favorece más que a los espíritus preparados.”

Louis Pasteur.

 

Al verme impedido por órdenes del señor Gobernador de realizar indagaciones en el domicilio de la víctima así como al no poder entrevistar a la familia, tuve que centrar mis investigaciones para el esclarecimiento del asesinato del ex presidente municipal recurriendo a mis fuentes de información.

 

Al respecto quiero hacer las siguientes precisiones: Los informes se obtienen de dos fuentes principales: a) de archivos; b) registros de personas. El trabajo de investigación consiste en gran parte en revisar archivos y platicar con personas. Los archivos y registros se consultan como un medio para conseguir documentos que corroboren los informes verbales y como una manera directa de obtener datos y descubrir pista. A las personas se les pregunta con el fin de obtener informes acerca del sujeto y del asunto que se investiga. Estos informes pueden confirmar determinadas sospechas o dirigir al investigador hacia otras fuentes. La habilidad para conseguir informes es la principal cualidad de un investigador, y esta habilidad se obtiene de varias maneras:

 

1.- Empleando tacto en el desempeño del deber.

 

2.- Haciendo amistad con muchas clases de personas, incluyendo:

a) Cantineros, mesero, meseras, etc...

 

b) Choferes.

 

c) Empleaos, cargadores, sirvientes.

 

d) Administradores y empleados de Hoteles.

 

f) Dueños y administradores y empleados de establecimientos, negocios.

 

g) Propietarios y administradores de casas que requieren licencias de funcionamiento especial.

 

h) Residentes de distintos barrios.

 

i) Tenderos.

 

j) Despachadores y choferes de automóviles de alquiler.

 

k) Prostitutas.

 

l) Delincuentes de bajo perfil.

 

ll) Mecánicos.

 

m) Peluqueros.

 

Creo que no es necesario resaltar que a partir del momento en que fueron identificados los restos calcinados en la carretera San Luis Potosí-Guadalajara como del Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala, de inmediato ordené a todos los integrantes de la sección de homicidios se abocaran, sin descanso alguno a la búsqueda y localización de datos e indicios que nos llevaran a la identificación y detención de los asesinos de Ledezma; echamos mano de todos nuestros recursos, recurrimos a todos nuestros contactos e informantes…Así transcurrió la noche del domingo nueve de agosto de 1982, mis agentes con su inteligencia, su astucia y su instinto de investigadores-cazadores, trabajando sin descanso…con la adrenalina al tope.

 

El día lunes 10 de agosto, sin haber dormido ni descansado por mi parte seguía con mis pesquisas recurriendo a mis contactos e informantes, trabajo extenuante, pero eran las 10:30 horas y no había conseguido ninguna pista orientadora.

 

“La suerte favorece sólo a la mente preparada.”

Isaac Asimov.

 

Siempre me he considerado un investigador con ”suerte” aunque como decía Thomas Fuller el cuidado y la diligencia traen suerte.

 

Resulta que aproximadamente a las 11:00 me encontraba en compañía de dos de mis agentes de una cantina ubicada en el centro de la ciudad, había recurrido a mi amigo “El Toro”, un rudo ex boxeador, de oficio cantinero y quien en ocasiones me proporcionaba valiosa información de delitos cometidos que escuchaba de clientes a quienes el alcohol les había aflojado la lengua, pero en esta ocasión no sabía nada, le pedí un “caballito” de tequila, lo bebí de un trago para quitarme el sopor de la desvelada, pague la bebida y salí a la calle mientras apretaba en mi mano derecha un ejemplar del periódico “El Heraldo de San Luis” cuya nota de ocho columnas daba a conocer el asesinato del ex presidente municipal.

 

Cuando me dirigía a abordar el automóvil en que viajaba me encontré con un amigo mío, ex compañero universitario quien después de saludarlo me comentó:

 

-Oye Julio y cómo vas con el caso del Asesinato del Lic. Ledezma?

 

-Precisamente estoy trabajando en eso, ingeniero, no me ha dejado dormir esa investigación…le contesté.

 

-Mi amigo guardo silencio, y en su rostro aprecié un gesto de duda…por fin se decidió y me dijo:

 

-Creo que tengo datos que te pueden servir para que resuelvas el asunto…te comento: El sábado ocho estuve en el bar “El Barón Rojo” y me senté en una mesa junto a donde estaban tomando tres individuos, conozco a dos de ellos, y lo más seguro es que tú también los conozcas...Andaban algo animados por el alcohol, y exaltados, hablaban de un “trabajo” que iban a realizar y por el cual les iban a pagar muy bien, en varias ocasiones usaron los términos de “desaparecer” y/o “chingar al “cabrón”, nunca mencionaron el nombre de la víctima, pero…saca tus conclusiones…

 

Muy bien ingeniero, son datos que me dan una importante línea de investigación, pero ¿Quiénes son ellos?

Después de pensarlo unos segundos me comentó con decisión:

 

-Agárrate Julio: El principal, Abel Gómez Álvarez, pasante de Derecho y actualmente Auxiliar del Ministerio Público Federal, el segundo, Ricardo García Viramontes, “El Billy” Julio, el basquetbolista, del tercero no conozco identidad…Te pido discreción amigo, resérvate la identidad de la fuente de esta información…

 

Después de un fuerte apretón de manos se retiró con paso apresurado sin volver la vista atrás…

 

La información recibida por parte del Ingeniero me pareció veraz y de suma importancia, por lo que de inmediato me comuniqué con mi directo el Lic. Víctor Manuel Rodríguez Martínez, quien anteriormente había sido Agente del Ministerio Público Federal, por lo que a su vez cruzó la información con el jefe de la Policía Judicial Federal y solicitó su paradero para el pronto esclarecimiento del crimen.

 

Por extraña e increíble que parezca la situación es que yo me encontraba precisamente en el centro del terreno de la acción: a 300 a metros al oriente de las oficinas de la PGR en donde supuestamente Abel Gómez era auxiliar del Agente del Ministerio Público Federal, a 200 metros al sur se encontraba el domicilio del mismo Abel, sobre la calle de Reforma; y a 150 metros al poniente se encontraba la Cancha Morelos, un lugar muy concurrido en la época por los practicantes del básquetbol y lugar donde a diario entrenaba ”El Billy”.

 

A partir de este momento los hechos se desencadenaron en cascada, de inmediato me trasladé hasta las oficinas del Ministerio Público Federal para ubicar a Abel Gómez en su lugar de trabajo, pero no se había presentado a laborar ¿había volado el pájaro?

 

Dejé vigilancia en el lugar por si es que se presentaba, al igual sometí a vigilancia su domicilio las 24 horas del día, mientras que por mí parte me aboqué a la localización del Billy, no tenía su domicilio, por lo que lo comencé a buscar en domicilios de sus amigos y en los lugares que frecuentaba.

 

Mientras yo ordenaba las vigilancias y seguía con mis pesquisas la Policía Judicial Federal tomaba medidas más directas y severas, aprovechando que la familia Ledezma Adrián se encontraban en la misa de cuerpo presente de Juan Antonio, realizó una incursión en el domicilio familiar, tras de realizar una inspección ocular el Comandante Federal habló con el director de la Policía Judicial del Estado y le sugirió que enviara al domicilio al Agente del Ministerio Público y al personal de investigación de Homicidios y peritos en criminalística, pues según parecía que la residencia del Lic. Ledezma era la escena primaria del Asesinato.

 

El día 10 de Agosto antes de las 13 horas en compañía del Agente del Ministerio Público, de Peritos de la Dirección de Servicios Periciales, Criminalística y Medicina forense y personal de la Sección de Homicidios, ingresamos a la residencia de la familia Ledezma Adrián, con las diligencias ministeriales realizadas se pudo establecer que esta era la escena primaria del asesinato, ya que en la recamara del occiso se encontró una enorme mancha hemática sobre el colchón de la cama matrimonial, y una segunda mancha hemática de más de un metro de diámetro que fue localizada en la alfombra de la recamara, a los pies de la cama, de aproximadamente un metro de diámetro cubierta con un tapete. A pocos metros de la recamara, en un closet, se pudo localizar un rifle calibre 300 magnum con la culata quebrada y manchada de sangre, en el mismo lugar pudimos localizar la ropa de cama aún empapada en sangre. Mientras se realizaba la inspección ministerial y se deba fe de las evidencias en el lugar de los hechos, a las 13:00 horas Luz María Adrián de Ledezma fue detenida por elementos de la Policía Judicial Federal en los momentos en que se celebraba la misa de cuerpo presente del Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala por el delito de homicidio calificado.

 

LA DECLARACIÓN MINISTERIAL DE LA AUTOVIUDA.

“La vida era ya insoportable y aprovechando que hace como dos años en una fiesta que se celebró en una casa en la calle de Naranjos, conocí a Abel Gómez Álvarez, e hice buena amistad con él, empecé a tratarle medio en broma la posibilidad de asesinar a mi marido. Dos veces le hice prestamos de 25 mil pesos, lo cual me dio más seguridad para decirle, hace aproximadamente mes y medio, que si siempre si lo mataba lo que él me contó que sí, diciéndome que ya tenía a la persona que lo ayudaría, fijándome la cantidad de 200 mil pesos “por el trabajo”.

 

Para esto, el jueves pasado, las 15:30 horas, Abel me recogió en el centro y nos fuimos a comer a un restaurante fuera de la ciudad, en donde acordamos que el asesinato sería el sábado por la noche, en nuestro propio domicilio. El cual ya conocía Abel, pues lo había invitado en varias ocasiones, cuando no estaba mi esposo.

 

El sábado 8 de agosto de 1982, a las 22:30 horas que regresó mi esposo, después de comprar en el centro algunas revistas y otras cosillas, me fui a la recamara de mi hija menor L., a quien le administré un somnífero para que no escuchara nada de lo que iba a ocurrir, quedándome a su lado.

 

Entre las 23 y 24 horas llegó Abel acompañado del Billy, quien se cubría la cara con una media y después todo fue muy rápido: con la culata de un rifle Abel golpeo a mi esposo en la mandíbula, quebrándose el arma.

 

Como mi esposo aun así intentó incorporarse, fue nuevamente golpeado con lo que quedaba de la madera y el cañón, desplomándose desmayado.

 

Rápidamente Abel y el Billy cargaron el cuerpo y casi a rastras, ya que pesaba 120 kilogramos, lo metieron a la camioneta Guayín, mientras me pedían que yo borrara todas las huellas de sangre.

 

Enseguida enfilaron con el cadáver por la calle de Valentín Gama, hasta llegar a la Diagonal y de ahí hasta el kilómetro veinte de la carretera a Guadalajara, hasta la llamada Cuesta del Cochino, siempre siguiéndoles yo a bordo de mi carro; ya en el lugar escogido trataron de empujar la camioneta al barranco, pero como no se despeñaba, acerqué mi carro y con él aventé la camioneta, la cual rodó por unos veinte metros.

 

Después Abel y El Billy bajaron con un tanque de los que usan los jeeps, lleno de diésel y keroseno, que había sido sacado previamente de mi domicilio, rociando el cuerpo y la unidad con el combustible y prendiéndole fuego.

 

A continuación, los dos, se subieron a mi automóvil y los llevé a Ojuelos, Jalisco para que ellos a su vez se regresaran en camión y pudieran observar si la camioneta seguía incendiada.

 

Cuando yo regresé a mi casa estaba amaneciendo y me encontré con que ya estaba ahí una de mis hermanas con su novio, quienes habían sido llamados por mi hija L.

 

Me preguntaron qué había sucedido y les dije que lo habían secuestrado y que después había muerto en un accidente.

 

Por su parte la hermana de la autoviuda de nombre M. manifestó que acudió a la casa porque su sobrina L. le llamó angustiada, encontrando al llegar la puerta del jardín abierta y el perro amarrado, lo cual nunca sucedía.

 

Uno de mis hermanos, al llegar a la casa y enterarse de toda la situación únicamente me dijo: “Pero qué bruta, qué pendeja eres, te van a investigar de todos lados…”

 

Después me detuvieron y aquí estoy…” concluyó Luz María Adrian.

 

Ese mismo día por la noche dirigí el operativo para detener en su domicilio a Ricardo García Viramontes, yo personalmente llamé a la puerta de su casa, me abrió su padre, y entonces vi bajar por una escalera que conducía al segundo piso de su casa al Billy, quien me reconoció y comentó:

 

-Vienen por mí, papá…

 

Luego se dirigió a mí y me dijo:

 

-Qué bueno que vino Comandante, estaba a punto de llamarle para entregarme…

 

Respecto al paradero de Abel Gómez Álvarez, nunca pudimos localizarlo, seguimos docenas de pistas que nos daban su ubicación, pero nunca dimos con él. Se rumoraba que un importante político de la localidad lo había ayudado para huir a España…La verdad es que se perdió en la noche de los tiempos.

 

Tiempo después surgieron versiones de que el Lic. Juan Antonio Ledezma Zavala, se encontraba con vida en España o en Argentina, pero son sólo parte de una leyenda urbana…El murió calcinado.

 

Julio A. Ceballos.

San Luis Soy.

San Luis Potosí., S.L.P.

23 de noviembre, 2014

JULIO ALFREDO CEBELLO CEBALLOS
JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO
JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO

ARCHIVO FOTOGRAFICO DEL CASO 

EL LICENCIADO JUAN ANTONIO LEDEZMA ZAVALA TOMADA EN FECHAS CERCANAS A SU CRIMEN.

MOMENTO EN QUE EL COMANDANTE DE HOMICIDIOS JULIO ALFREDO CEBALLOS ALONSO PRESENTA A LA AUTOVIUDA LUZ MARIA ADRIAN LOPEZ DE LEDEZMA ANTE EL MINISTERIO PUBLICO

LA CAMIONETA EN LA QUE TRASPORTARON AL LIC. JUAN ANTONIO LEDEZMA ZAVALA PARA DESPUES DARLE MUERTE.

EL CUERPO DEL LIC. JUAN ANTONIO LEDEZMA ZAVALA  CALCINADO DENTRO DE LA CAMIONETA CON CON DIESEL Y KEROZENO Y  EL  POSTERIOR RETIRO  DE SUS RESTOS AL SACARLO DEL VEHICULO.

CONDOLENCIAS A LA FAMILIA DE LA VICTIMA DE PARTE DEL GOBERNADOR DEL ESTADO, CARLOS JONGITUD BARRIOS

GUARDIA DE HONOR POR PARTE DE MIEMBROS DE LA UNIVERSIDAD  EN EL FUNERAL

LA AUTOVIUDA AL MOMENTO DE SERLE TOMADAS SUS HUELLAS DACTILARES

LUZ MARIA ADRIAN AL SER FICHADA

EL ASESINO MATERIAL E INTELECTUAL, ABEL GOMEZ ALVAREZ, QUIEN AUN SE ENCUENTRA PROFUGO

RICARDO GARCIA VIRAMONTES ALIAS "EL BILLY DESPUES DE SU DETENCION Y EN EL MOMENTO QUE DECLARA COMO GOLPEO A LA VICTIMA.

EL BILLY AL MOMENTO DE TOMARLE SUS HELLAS DIGITALES Y SER FICHADO

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