top of page

PROTECCION Y CONSERVACION DEL LUGAR DE LOS HECHOS

19 DE ABRIL DE 2014

PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DEL LUGAR DE LOS HECHOS

En su libro titulado Introducción a la Criminalística (Editorial Porrúa) el Dr. L. Rafael Moreno González nos instruye en el sentido de que si queremos reconstruir, con cierta seguridad, un hecho delictuoso o identificar al infractor, es necesario, y en primer lugar preservar y conservar el lugar de los hechos, precepto fundamental en la investigación científica de los mismos. Desgraciadamente, este precepto casi nunca se cumple, ocasionando que muchos hechos delictuosos queden impunes.

Al proteger y conservar el lugar de los hechos se persigue un fin inmediato y otro mediato. El primero consiste en tratar de que el escenario del delito permanezca tal cual lo dejó el infractor, a fin de que toda la evidencia física conserve su situación, posición y estado original. A este respecto, algunos investigadores señalan que no siempre hay indicios en el lugar de los hechos: sin embargo, es preciso recordar, para desmentir esta aseveración, el “Principio de Intercambio” de Locard, distinguido policiólogo francés, el que señala que al cometerse un delito siempre hay un intercambio de evidencia entre el lugar y el actor. Principio que se puede concretar en la siguiente sentencia pronunciada por el eminente investigador mexicano Don Carlos Rougmagnac: “No hay malhechor que no deje detrás de él alguna huella aprovechable”. Por lo tanto cuando un investigador dice que no encontró indicios, no es porque no existan, sino porque no han sabido buscar.

El fin mediato que se persigue consiste en poder llegar a reconstruir los hechos e identificar al autor, mediante el acucioso y diligente examen de los indicios y de su adecuada valoración.

Los indicios son testigos mudos de los hechos. Al estudiar algunos tratados de Criminalística apreciamos como, mediante la aplicación de la ciencia , logramos hacer hablar a estos testigos, a fin de resolver las siete preguntas de oro que ante todo hecho criminal el investigador policíaco se debe formular: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Con qué?, preciosa máxima jurídica recomendada por el Dr. Hanns Gross, en su valioso libro “El Manual del Juez”.

Así como el médico necesita conocer todos los signos y síntomas que presenta un sujeto para diagnosticar su enfermedad, el criminalista, en igual forma, necesita conocer y valorar toda la evidencia física para poder resolver el caso.

Ahora bien, se da por cierto que es de suma importancia el proteger y conservar el lugar de los hechos, vamos a señalar a continuación algunas instrucciones genéricas para lograr tal fin:

1.- En caso de cualquier delito, el primer agente de la policía que tenga conocimiento del hecho cuidará de que el estado de los lugares donde se ha cometido sea conservado sin cambio alguno, y de que nadie toque el objeto del delito, ni las piezas de convicción, ni los locales, huellas, etc., mientras no llegues los funcionarios judiciales, en especial el cuerpo de técnicos del Laboratorio de Criminalística.

2.- Si el delito se ha cometido en un cuarto, todas las vías de acceso, puertas y ventanas, serán cerradas y celosamente vigiladas, a fin de que nadie entre.

3.- Si el delito fue cometido en una casa aislada o en campo abierto, el acceso a los lugares quedará prohibido para el público en un radio de cuando menos cincuenta metros a la redonda.

4.- El acceso al lugar o lugares del crimen quedará prohibido para toda clase de personas que no tengan nada que ver con la pesquisa judicial.

5.- Los agentes de la policía que tomen primero conocimiento del hecho, se abstendrán de tocar o mover los muebles, utensilios y, sobre todo, los objetos de superficie lisa que se encuentren en el lugar. Cuidarán de que nada sea cambiado de su sitio, destruido o borrado, antes de la llegada de los funcionarios judiciales.

6.- Se prohibirá cambiar de posición y situación los cadáveres.

7.- Se evitará lo más que sea posible el andar en la zona que se cuida, y se indicarán en los informes los nombres de las personas que han ido al lugar de los hechos antes del funcionario judicial.

8.- Una vez lograda la adecuada protección y conservación del lugar, de inmediato se iniciará la labor investigativa, fijando mediante fotografías, descripción escrita y croquis el lugar de los hechos. Posteriormente, haciendo gala de técnica, se levantarán los indicios.

A continuación se embalarán en forma adecuada para su traslado al laboratorio. Y, finalmente, se someterán a un riguroso examen científico.

Sólo procediendo en esta forma lograremos resolver el caso sencillo, si es que lo hay, hasta el más dificultoso.

Son dos las reglas básicas que los investigadores deben de tener presentes en el inicio de su labor.

Io.- “En toda pesquisa criminal, el tiempo que pasa es la verdad que huye”, y

2º.- Nada se deberá tocar, ni recoger, ni mover, mientras no haya sido fotografiado, localizado, en un bosquejo o dibujo y descrito minuciosamente en cuanto a colocación. Estado y a cualquiera otras observaciones pertinentes.

Errores que dañan la escena del crimen:

Errores de comisión: ocurre cundo los ciudadanos, los testigos, personal policial, o el personal médico manchan huellas digitales, caminan sobre la evidencia, agregan sus propias huellas digitales, cambian la escena, caen cenizas de cigarrillo, etc. En cualquier momento cualquier persona destruye evidencia existente o agrega “evidencia” (colillas de cigarrillo), en estos casos un error serio ha dañado la escena del crimen.

Errores de omisión: ocurre cuando el personal policial o médico (que son los primeros que intervienen al tratarse de delitos con la vida, el cuerpo y la salud) no pueden notar un olor de perfume o humo de cigarro, no pueden escuchar a las personas que están paradas cerca de la escena que discuten el crimen, o falla en los esfuerzos de proteger la evidencia existente que puede ser destruida de otra manera.

Para evitar ello, es necesario que tanto personal médico como policial o personal de bomberos, al socorrer a la víctima tengan en cuenta lo siguiente:

1.- Una sola persona se debe acercar a la escena para determinar la línea de conducta.

2.- El resto del equipo debe permanecer detrás.

3.- Que todo el personal utilice la misma trayectoria de la entrada y la salida.

No camina a través de líquidos en el piso ni poner algún equipo sobre estos.

5.- Al quitar la ropa de la víctima, dejarla tan intacta como sea posible. No cortar a través de los agujeros hechos por disparos o puñales.

6.- Si la víctima va a ser conducida a un hospital deberá ser acompañada por un efectivo policial y éste deberá informar al personal que lo recibe que es “un paciente de la escena del crimen”.

7.- Para los accidentes de tráfico, preservar la escena estacionando las unidades de paramédicos y/o policiales lejos de las marcas de frenado y cualquier otra.

En caso de que la víctima falleciera, se deberá:

1.- Notificar inmediatamente a la autoridad respectiva.

2.- No moverlo.

3.- Establecer un perímetro para proteger la escena, salvaguardar la escena limitando con cinta el área entera.

4.- No mover ninguna cosa a menos que sea absolutamente necesario.

5.- Evitar la contaminación de la evidencia.

6.- Intentar proteger la escena tanto como sea posible.

7.- Utilizar solamente el personal necesario.

El trabajo en una escena de crimen puede ser uno de los más difíciles para el personal pre hospitalario o rescatador pues deben tratar al paciente mientras que hacen todo lo posible para proteger la evidencia física, si esto es posible, por eso deben de estar capacitados y deben tener conocimientos al respecto.

El papel del fiscal.

La investigación de un delito no es responsabilidad de la policía. Aunque las fuerzas policiales cuentan con personal especializado, tanto ellos como los médicos forenses deben seguir los lineamientos del fiscal a cargo del caso.

En el fiscal recae la dirección funcional de la investigación, por eso debe estar entrenado en criminalística: para saber que pedir de los peritos de la policía y de Medicina Legal.

A partir de las evidencias físicas y testimoniales el fiscal del caso tiene que desarrollar una teoría fáctica y una jurídica; es decir, tiene que armar un relato convincente de cómo sucedieron los hechos y tiene que probar que el acusado cometió el delito.

Esas teorías logran una condena sólo si las pruebas, tanto testimoniales como científicas, demuestran de forma contundente su validez.

Investigación científica.

Con el hallazgo del cadáver, el fiscal da inicio a la tarea de examinar la escena y lo que se debe hacer es lo siguiente:

La escena es acordonada.

Con relación al cuerpo, se determina el área, se cerca y se protege. Se constituye el equipo de trabajo: fiscal y peritos técnicos y científicos.

Se busca y se fija evidencia.

Técnicos de la policía hacen una búsqueda minuciosa de pruebas. Una vez halladas, éstas son numeradas, fotografiadas y registradas.

Se realiza plano de la escena.

Un planimetrista levanta un croquis general del lugar, así como del contorno y de las posiciones de la evidencia en relación con el cadáver.

Acta y término de inspección.

Un investigador redacta en detalle el procesamiento de la escena. Otro técnico colecta, etiqueta y embala la evidencia para ser analizada.

Levantamiento del cadáver.

Después del reconocimiento preliminar de causa y tiempo de muerte, el cadáver es trasladado al Instituto de Medicina Legal para la necropsia y dictamen.

Acordonamiento del lugar de los hechos.

Acordonamiento: es dar protección a un espacio determinado, de los factores que podrían modificar el estado original de este mediante el uso de cintas plásticas, barricadas, conos, vallas, cuerdas.

El acordonamiento del lugar de los hechos es en principio el nacimiento del lugar de los hechos por qué de ésta labor se darán los límites del espacio como tal que se va a procesar.

El primer respondiente o primera autoridad en el lugar de los hechos es quien va a realizar esta labor, es quién da límites iniciales al lugar de los hechos.

Por ello es importante que el primer respondiente sepa distinguir las clases de lugar de los hechos, tenga una buena información antes de realizar esta labor.

En primera medida es necesario retirar del lugar las personas que se hallen circulando en el lugar de manera inmediata a una buena distancia, ayúdese de personal que tenga adicional para esta labor, realice labor de campo de manera ágil para tener una visión general del lugar, y así determinar el acordonamiento.

Realice una valoración total de la escena para tener una visión amplia y general del lugar para detectar posible rutas de ingreso, escape, elementos materiales probatorios y evidencia material, que se hallen aislados de la escena, como rastros de sangre, cascajos, proyectiles etc.

Es necesario retirar del lugar toda persona, y animales dentro del lugar ya que estos pueden causar contaminación a los elementos materiales probatorios y evidencia física, ya sea por manipulación, pisadas o robo.

Tenga en cuenta las posibles personas sospechosas y testigos que se hallen en el lugar de los hechos, ya que se en este punto donde se pueden detectar de manera oportuna, la presencia de estas personas.

No se distraiga mientras realiza esta labor ya que existen muchos factores que entretienen al funcionario, cuando hace presencia en el lugar, como por ejemplo, los familiares, del occiso para el caso de homicidios, los gritos, el llanto de los dolientes es un factor que en medida entretiene, tenga discreción al retirar estas personas del lugar, realice su labor sin desconocer el dolor ajeno pero de manera respetuosa y objetiva, haciéndole saber al doliente la razón por la cual se está retirando del lugar, entienda que es difícil para algunas personas ver a su familiar tirado, a la vista de todo el público mientras llega la policía judicial.

No estigmatice, no haga comentarios de manera pública de lo ocurrido, ya que en la mayoría de lugar de los hechos nunca falta el curioso, si usted realiza comentarios la gente curiosa los escuchara y será una

reacción en cadena de comentarios de lo ocurrido. Si usted se refiere al occiso o a la víctima de una manera no adecuada como por ejemplo (bandido, ladrón, perra) son palabras que se utilizan en la jerga

popular y al realizar estos comentarios o expresarse de esta manera, podría herir susceptibilidades y verse envuelto en problemas.

Tenga en cuenta los siguientes aspectos para un adecuado acordonamiento.

Todo delito deja huella (por lo tanto no asuma que no hay evidencia) por que no la vea no asuma que no exista, por ello acordone.

-No menosprecie el delito ya que todos son importantes y deben ser materia de investigación si este califica para ello, en algunos casos en donde no se tiene claro que delito se podría estar aplicando y que éste no generan mayor impresión como el ejemplo de la muerte súbita que solo se ve cuando la persona cae y esta es llevada de manera inmediata al centro asistencial, al llegar al lugar de los hechos no se ve nada y en algunos casos no se acordona, por ello acordoné no asuma que no hay nada esa es labor de peritos en Criminalística de campo establecer que no hay nada en el lugar de los hechos.

-El acordonamiento debe ser amplio, ya que puede existir evidencia alejada del sitio principal del hecho, este aspecto es de vital importancia.

-No permita la manipulación de las evidencias ya que estas se pueden contaminar.

- En caso de heridos, lleve estos al centro asistencial más cercano y deje una unidad o las necesarias en el sitio para su acordonamiento.

Extensión del lugar de los hechos.

Dimensionar el lugar de los hechos de manera real depende de la ubicación de la última EMP (Elementos materiales probatorios) y EF (evidencia física), que se halle en el lugar, para el caso de lugares cerrados como inmuebles es más sencillo, ya que las paredes son las limitantes del lugar.

Hay que tener claro que para el caso de inmuebles donde funcionan muchos hogares no se debe tratar como lugar de los hechos todo el inmueble, solo se tendrá en cuenta el sitio como tal y la ruta de escape.

Para los lugares abiertos tener una dimensión exacta de la extensión es algo difícil por ello se aconseja extender el acordonamiento, debemos tomar en con sideración el flujo de personas, vehículos, animales, que transitan por el lugar por ello es aconsejable excederse un poco en el acordonamiento, y este debe ser un procedimiento rápido, si no se tiene una idea real del tamaño del lugar de los hechos.

En caso de lugar de los hechos inmuebles, surgen varias interrogantes, por ejemplo, la huida de los agresores en un vehículo que luego abandonan varias cuadras después, ¿será lugar de los hechos todas

las cuadras recorridas?, en si el vehículo como tal es el lugar de los hechos secundario, las cuadras como tal serán inspeccionadas de acuerdo con el análisis del vehículo, la inspección de este nos dirá si es o no necesario la inspección de las cuadras. Por qué es una labor dispendiosa y que además implica el uso

de mucho personal además del tiempo y sin tener claro, lo que se pretende hallar, de allí lo que se debe tener en cuenta al momento de procesar un lugar de los hechos, mueble.

 

J Alfredo Ceballos Alonso.

San Luis Potosí, S.L.P. a 19 de abril de 2014.

LA MENTE CRIMINAL.

 

 Desde sus inicios en el siglo XIX, la explicación científica de la criminalidad ha elaborado sus planteamientos a partir del presupuesto básico del carácter singular y distinto del comportamiento delincuente con relación al comportamiento adaptado a las normas sociales y jurídicas. Y lo que es más, en este origen singular del comportamiento delincuente está implicita una base patológica del individuo que lo lleva a cabo. Y a partir del momento en que se convalida científicamente esta afirmación, el científico se permite encauzar el estudio de la delincuencia a través de formulaciones que evidencien el “por qué” y las causas de tal singularidad. Inmediatamente se opera una separación tajante entre el individuo adaptado y el delincuente, de modo que aquél que juzga este como ente distinto, y desde el momento en que se coloca como normal y poseedor de la verdad sobre lo que es bueno y malo, sobre lo que es justo e injusto, el hombre adaptado ocupa el lugar ventajoso dentro de esta relación de distanciamiento. No es sólo un distanciamiento social y psicológico sino que fundamentalmente es un distanciamiento ideológico. No hay por tanto posibilidad de integrar las acciones delictivas dentro de los atributos de la conducta adaptada. Se le podrá decir al delincuente lo que él tiene de cierto y errado, porque hizo lo que hizo e incluso se le podrá predecir su conducta futura, así como los sentimientos que le animarán para, en el último término imponerle un cambio en su manera de ser y de pesar. Por lo tanto la primera condición de que la relación de distanciamiento otorga al individuo adaptado es el apoderarse de la posición de autoridad sobre el destino del sujeto delincuente. Además dentro de otro orden de cosas, el sujeto adaptado, al considerar al delincuente como un ente distinto, provoca en sí mismo una reacción, experimenta un sentimiento de desinterés absoluto para comprender una conducta tan distinta –que se desarrolla en otra esfera de la realidad humana- y para acerarse al hombre que la realiza, y ello porque hay un impulso de rechazo, de presión hacia lo desconocido y lo diferente. Sería pues, interesante encontrar el origen de la noción de “distinto” y de “anormal” que se ha otorgado al sujeto delincuente. Si Lanzamos a una mirada hacia atrás en el tiempo, con anterioridad a las teorías biológicas de la criminalidad del siglo XIX, veremos que en un principio, antes del siglo XVII, no hay una separación entre el no delincuente y el delincuente. Es sólo a partir del siglo XVIII, cuando por la ineficacia del modo de producción feudal y la comercialización del campo (Ignatieff, 1978), se expulsa a los campesinos y trabajadores, lo que fuerza su llegada a la ciudad en la época de la incipiente mercantilización (Dobb, 1971). En Inglaterra las Leyes de Encierro de 1640 protegen la separación de elementos comunales distinguiendo entre los campesinos de iure (o residentes legales) y los campesinos de facto, que son expulsados de las tierras. Es en este momento cuando el campo deja de incorporar a sus elementos pobres tal como lo había estado haciendo, aceptando como costumbre el derecho a utilizar la madera, las albercas, la leña, la paja, las hierbas, etc., y utilizando a los labriegos para trabajos menores en las recolecciones y otros menesteres estacionales. De modo que la satisfacción de las necesidades de los pobres se inscribe dentro del marco económico de autosubsistencia de la comunidad o de la comarca. Hay, pues un cambio sustancial que se formaliza en la promulgación de las primeras leyes represivas que castigan justamente aquellos actos que implicaban el ejercicio de los derechos consuetudinarios. Este cambio produce una transformación profunda en la actitud social hacia el no integrado, cuyas repercusiones podríamos representar como la expansión de las ondas causadas por una piedra lanzada en un estanque; el fenómeno se va multiplicando, tornándose más complejo para convertirse en el mayor y más grave problema a medida que las incipientes ciudades primero, y más tarde los centros comerciales y manufactureros, se ven abarrotados de individuos incapaces de ser asimilados por la nueva ley de mercado. A partir de aquí se forma y fundamenta la noción valorativa negativa de un comportamiento “distinto” propio de la categoría de individuos no integrados, que se legitima justamente a través de la promulgación de leyes represivas. El delincuente pasa a ser asimilado a distintos tipos, como el de vagabundo, el ocioso, el pobre, el loco, la prostituta, como categoría social más o menos singular en razón del rechazo social de que son objeto. LA MENTE CRIMINAL. El perfil de una persona que comete un delito no es único. El delincuente puede ser desde un menor de edad hasta un adulto mayor. Puede ser hombre, mujer, blanco, negro, oriental, mestizo y de cualquier nivel socioeconómico. Es decir cualquier miembro de la sociedad puede eventualmente infringir la ley y cometer un delito. En la mayoría de los casos es posible evidenciar una pérdida del control de las funciones mentales, bien sea en forma temporal o permanente. En el primer caso, los delitos asociados a una pérdida del control temporal de las funciones mentales, las causas son variadas e incluyen situaciones de estrés, miedo, celos, abuso de alcohol, uso de substancias alucinógenas. En el segundo caso, la pérdida permanente en el control de las funciones mentales, las causas incluyen patologías que alteran la estructura y función cerebral. Aquí se incluyen enfermedades como las esquizofrenias, estados maniaco-depresivos, secuelas de traumas cerebrales, presencia de tumores y alteraciones en el desarrollo neurológico. Este panorama complejo implica que los procesos judiciales y sus sentencias deben ajustarse de tal manera que contemplen no solo el castigo o penalización, sino que además contemple los procesos de resocialización y estrategias para impedir la posibilidad de reincidencias. Los crímenes cometidos por un individuo con capacidades mentales dentro de lo normal pero bajo estrés, los cometidos por un adicto y los cometidos por un enfermo mental deben considerar diferentes variables: tipo de delito, potencialidad para rehabilitación y posibilidad de recidiva. El doctor Zakaria Erzinclioglu autor del libro Forenses (Grupo Editorial Tomo de C.V.) se pregunta: ¿Por qué algunas personas cometen crímenes? ¿Por qué hacen eso, mientras que la mayoría de nosotros paremos no tener dificultades en tener vidas que cumplen con las leyes? ¿Qué convierte al ser humano en un monstruo? Las anteriores son preguntas que tienen que ver con la mente humana, un tema lleno de dificultades. El autor del libro nos hace una advertencia: “Si algunos de mis comentarios parecen estridentes, solicito su indulgencia, ya que son asuntos de suprema importancia y no se pueden tratar con superficialidad.” Es necesario sujetar las ortigas con firmeza, tomar al toro por los cuernos y ver los problemas directo a los ojos. Muchas personas tienen una creencia casi ciega en la ciencia y a menudo se encuentran poco dispuestas a contradecir sus hallazgos; pero la ciencia no es omnipotente y a menudo falla en serio, en especial en la sensible área de la conducta humana, No toda la ciencia es científica, como veremos. Nos advierte el Dr. Zakaria: “Sin embargo antes de que continuemos, me gustaría dejar otro punto claro por completo. Algunos académicos son famosos por sus tendencias las disputas amargas, ocultando su antipatía personal con una simulación de debate científico. Le aseguro al lector que las críticas que hago a continuación no surgen de un motivo tan vil, y por esta razón, no nombraré cualquier individuo con el que no esté de acuerdo. No trato de ser ingenioso o gracioso cuando digo que algunas de las personas con las que más estoy en desacuerdo sobre estos asuntos están entre mis mejores amigos. RAZONAMIENTO FALSO E ILÓGICO. Existe una historia, que con sinceridad espero que sea apócrifa, sobre un científico que estudiaba ranas. Colocaba una rana en la mesa del laboratorio, luego acercándose al animal, le gritaba con fuerza. En forma invariablemente, la rana saltaba en la mesa. Entonces el científico decidió llevar más allá su investigación. Tomó una rana y le cortó las patas, luego la puso en la mesa como antes, acercándose y gritó con fuerza, pero la rana no se movió. ¿Por qué? Era claro que la rana no saltó porque ya no podía escuchar, y ya no podía escuchar porque se le habían quitado las patas. Conclusión: ls ranas escuchan con las patas. Es la imagen del idiota sabio; el hombre erudito que, con toda su erudición, es un tonto. Aunque nunca he encontrado un ejemplo tan vergonzoso de razonamiento falso en un científico, es sin embargo cierto que algunas áreas de la ciencia abundan con ejemplos de razonamiento ilógico por completo, que no están tan lejos de nuestra divertida historia de la desafortunada rana. La psicología, por su propia naturaleza, es un tema que debe atraer a cualquiera interesado en la gente y la sociedad en general. Sin embargo, como un campo de investigación humana descriptiva más que explicativa o predictiva. Por lo tanto, antes de examinar las formas en que psicólogos y otros han tratado de explicar o predecir la conducta humana, criminal o no, primero consideremos su contribución a la descripción de la conducta criminal. Hacer perfiles psicológicos o de “delincuentes” es el campo de la investigación que trata de describir la actitud mental y los antecedentes generales de una persona que ha cometido un crimen, con la meta de ayudar a la policía para encontrarla. Las pistas que deja atrás el criminal se pueden emplear para construir una imagen de su mente. Por ejemplo, se dice que casi todos los asesinos seriales son blancos, no negros, comentario que se podría considerar racista si hubiera sido al revés. Si un crimen toma algún tiempo para ejecutarse, como el asesinato, la violación y la mutilación posterior de la víctima, se interpreta como que el criminal debe haber estado familiarizado con el área, ya que no hubiera pasado tanto tiempo en un lugar desconocido para él. También se considerará probable que un asesino serial, en especial cuyos crímenes son horribles en particular, debió tener una infancia infeliz, que procede de un hogar roto o que se abusó físicamente de él cuando era niño. Hasta el momento, todo bien; todo tiene sentido. Lo que es más, estos perfiles casi siempre muestran ser ciertos cuando se atrapa al delincuente. Por lo tanto ¿Cómo terminará el asunto? Bueno, no, ya que es mucho lo que preocupa respecto a cómo se usa e interpreta una información así. Consideremos primero esta pregunta: “¿No es probable en forma intuitiva que un crimen violento resulte ser infeliz?: la respuesta con seguridad será: “Si”, y nos sentimos tentados a decir que no necesitamos un psicólogo para decirnos esto. Es peor el problema que se produce al hacer la siguiente pregunta: “Si un criminal tiene características X. ¿esto significa que las personas con características X son criminales?”, Me doy cuento que no es esto lo que los especialistas en hacer perfiles de delincuentes dicen, pero es lo que parece que dicen otros psicólogos, ya que, como grupo, los psicólogos tratan de explicar el comportamiento humano, en otras palabras, hacen la pregunta en la forma contraria…la segunda mital de la pregunta en la última oración. SOCIOBIOLOGÍA. La Sociobiología se ocupa de investigar las bases biológicas de la conducta social, desde una perspectiva teórica fundamentada en la premisa de que ciertos comportamientos sociales tienen una base genética y que los procesos evolutivos favorecen aquellas conductas que mejoran el éxito reproductivo y la supervivencia. Se trata de una traslación de los principios evolucionistas, que regulan el desarrollo de las características físicas compartidas por los miembros de una especie, a las características de comportamiento de las distintas especies animales, incluido el ser humano. El fundador de esta teoría fue el biólogo americano Edward Osborne Wilson quien, tras sus trabajos sobre los efectos de la selección natural en ciertas sociedades biológicas, como los hormigueros, extendió sus conclusiones a otras comunidades animales. Los resultados de estas primeras investigaciones, que sentaron las bases de la sociobiología, fueron publicados por este autor en un libro, publicado en 1975, que llevaba por título: Sociobiology: The New Synthesis (Sociobiología: la Nueva Síntesis). La sociobiología estudia las bases biológicas del comportamiento social de animales gregarios; algunos asuntos, como la agresión, la territorialidad, el sistema social, el altruismo o la selección de pareja, son especialmente contemplados en los desarrollos teóricos sociobiológicos. Por su aproximación interdisciplinar, la sociobiología es una síntesis de los conocimientos derivados de la neurobiología, la etología (el estudio de los patrones de comportamiento de los organismos en la naturaleza), la ecología (el estudio de las relaciones que se dan entre los organismos y su entorno) y la genética. Basándose en ellos, esta disciplina pretende extraer principios generales aplicables al estudio de las sociedades animales. Su carácter innovador reside, precisamente, en la combinación de la tradición etológica y psicológica con los fundamentos ecológicos y la genética de poblaciones (muestra cómo los grupos sociales se adaptan a su entorno por evolución). De esta manera, los sociobiólogos afirman que los patrones de comportamiento surgen, se ven modificados y llegan a desaparecer, a través de la selección natural. El aparato experimental de la sociobiológica se fundamenta en la comparación de modelos sociales de especies gregarias. Así, cada forma de vida puede ser considerada como un experimento evolutivo, el producto de millones de años de interacción entre los genes y el ambiente. En cierto modo, la sociobiología puede relacionarse con la Memética, la teoría del "gen egoísta" de Dawkins Después de dar la definición de la Sociobiología, es importante considerar sus principales contribuciones a la ciencia. Esta área de la biología trata de explicar la conducta social humana en términos de conducta y biología animal, su principio básico es que toda la conducta social, está determinada genéticamente. En lo que se refiere a la sociedad humana, lo que los sociobiólogos están diciendo es esto: los seres humanos exhiben ciertos rasgos de personalidad, se organizan en grupos (familias, tribus, naciones, etc…), van a la guerra, cooperan, cuidan de sus crías, etc. Dicen que estos rasgos son controlados por genes y por lo tanto, l naturaleza humana evolucionó por medio de la selección natural, en forma muy parecida al cuello de la jirafa o a la trompa del elefante. En pocas palabras, afirman que la naturaleza humana está predeterminada genéticamente, en el sentido de que los genes humanos no sólo dejan a las personas hacer ciertas cosas, sino que los obligan a hacerlas. Uno de los argumentos empleados para justificar esta creencia es el hecho de que ciertos hábitos de conducta parecen estar muy extendidos en la gente de todo el mundo. Por ejemplo, dicen que como la guerra ha sido una actividad humana tan común a todos los pueblos durante la historia, debe ser una característica genética. El autor de un libro reciente justificó este tipo de creencias diciendo que como la moralidad es más antigua que la iglesia, la cultura más antigua que Babilonia, la sociedad más antigua que Grecia, el comercio más antiguo que el estado, estas características deben de ser genéticas y que sus raíces están en los “eslabones perdidos” con otros primates. El Dr. Zacaria Erzineclioglu considera que la primera falla de este argumento es que sólo porque un característica esté extendida, no significa que por necesidad que sea genética. En efecto, todos los habitantes de Francia hablan francés, pero esto no quiere decir que exista un gen de este lenguaje. Aunque la constitución genética del pueblo francés, permita que hablen ese idioma, no o causa, ya que un que se cría en Inglaterra hablará inglés, no francés, y un niño inglés que se críe en Francia hablará francés, no inglés. De cualquier manera cualquiera puede usar una computadora si se le enseña cómo usarla, sin embargo debe estar claro que no ha evolucionada jamás un gen para el uso de las computadoras. LAS SUPUESTAS RAÍCES DE LA CRIMINALIDAD. Entonces ¿dónde está la respuesta? Muchas personas creen que está, de hecho, en la genética, o al menos en la biología. Es una opinión general, que mantienen muchos científicos capaces, además de otros hombres y mujeres inteligentes. Es justo que mencione este hecho, ya que estoy en desacuerdo con ellos.. Por lo tanto debe de comprender el lector que los puntos de vista que voy a exponer no son por fuerza los puntos de vista ortodoxos de la ciencia como un todo. Existen dos razones fundamentales de que yo discrepe. La primera razón es que no hay evidencia de que l criminalidad se herede en los genes, ni se podrá encontrar esa evidencia. Si parece un punto de vista sorprendentemente extremo, consideremos lo que queremos decir cuando usamos la palabra “criminalidad”. Creo que todos estarían de acuerdo en que la criminalidad es un tipo de conducta que ofende nuestras creencias morales, o conducta que n o está permitida por la ley. Por lo tanto, es un concepto moral, o uno legal, pero no es uno científico. Ninguna cantidad de estudios genéticos nos dirá si cierto tipo de comportamiento es “correcto2 o “equivocado”, hablando desde el punto de vista moral, o legal. Los estudiantes que se opusieron a los tanques en la plaza de Tiananmen eran criminales en China, pero héroes en el resto del mundo. Entonces estoy sugiriendo que se debe de abandonar toda investigación científica de las causas de la criminalidad? No del todo, pero debemos tener en claro por completo cuales son las características que estamos investigando. La agresión se puede equiparar con la criminalidad, pero una persona agresiva no es por fuerza un criminal y, de hecho puede ser un miembro digno de la comunidad. Todo depende de “canalizar” esos instintos agresivos heredados o no. Es necesario plantear otro punto, un poco más perturbador. Los genetistas que afirman estar estudiando la criminalidad casi siempre se ocupan del crimen violento, casi nunca de los que podríamos llamar crimen de “Cuello Blanco”. Eso podría ser porque aunque es fácil (aunque erróneo) igualar la agresión con la criminalidad, no existe un tipo patente de conducta que se asocie con defraudar a nuestro empleador, traicionar a nuestro país, o incluso deslizar algo de cianuro a la bebida de alguien. Si la “criminalidad” es heredable. ¿qué palanca conveniente podemos usar para afirmar que existe un gen para eso? Por supuesto la respuesta es que no hay uno. Ahora llegamos a la segunda razón de por qué no creo que las teorías genéticas puedan explicar en forma adecuada las causas de la criminalidad. El índice de criminalidad sube y baja en diferentes momentos. ¿Qué se puede concluir de esto? ¿Es posible que la estructura genética de la gente cambie una y otra vez con los años para producir tales fluctuaciones en la conducta criminal? La respuesta debe ser “No”, en especial porque esos períodos en que los cambios tienen lugar a menudo son menores al período de una sola generación. Por lo tanto, invocar a la genética como causa del crimen es ignorar este hecho de que los índices de criminalidad suben y caen en asociación con cambios en el entorno económico o político. Esto no significa por fuerza que tratamos con un caso de causa y efecto, pero es una correlación que vale la pena considerar y explorar más. LAS CAUSAS DEL CRIMEN. Entonces, ¿cuáles son las causas del crimen? La necesidad apremiante de una respuesta a esta pregunta de importancia vital está unida a la gran dificultad de encontrar ese tipo de respuesta. Se han examinado las posibles causas subyacentes, físicas, psicológicas, morales, sociales y económicas, y no han podido producir una explicación satisfactoria. Esto es desconcertante, ya que en teoría, la respuesta se debe encontrar en la forma en que uno o más de estos con juntos potenciales de causas afectan nuestro comportamiento. Sentimos que la respuesta debe estar al alcance, sin embargo, nos sigue esquivando. ¿Por qué? La razón que se da por lo general es que las causs del crimen son demasiado complejas y con muchas vertientes, así que no es posible presentar una respuesta fácil. Esto es cierto sin duda., pero no son solo las respuestas fáciles las que son esquivas; es igual de difícil encontrar respuestas complicadas. Creo que se debe en parte al hecho de que en ocasiones las personas o los grupos proponen respuestas o soluciones que comienzan en una base estrecha. Si un político propone una respuesta, es probable que lo afecte mucho su propia posición política o ideológica. Los académicos que estudian el problema por lo general estarán investigando un aspecto intelectual particular que les interese. Otros, como la gente de la iglesia, trabajadores sociales y policías, pueden estar demasiado cerca del problema para poder dar un paso atrás y echarle un vistazo objetivo, y es posible que lo vean desde su propio y limitado punto de vista. Por lo tanto las posiciones ideológicas, científicas y emocionales a menudo dictan respuestas específicas, que muchas veces están preconcebidas en forma inconsciente, con el resultado de que es muy difícil tener una imagen completa. Además, por la naturaleza política y emocional del tema, a menudo se presentan genuinos malentendidos y a veces también se emplean confusiones deliberadas. Un ejemplo del tipo de confusión que es una mezcla de malentendido genuino y manipulación de la verdad inducida por la política se puede ver en el debate estéril y a menudo amargo entre simpatizantes de la derecha y de la izquierda respecto al papel de la pobreza cm o causa de la elevación del crimen. Los de la izquierda insisten en que la pobreza es una causa principal del crimen y que se reduciría si se hiciera más por los pobres. Los de la derecha contestan diciendo que la mayoría de los pobres siguen obedeciendo la ley y que es un insulto para los pobres sugerir que obedecen la ley menos que otros ciudadanos. Cada cierto tiempo, aparece un artículo en los periódicos, diciendo que alguna personalidad u organización conocida a apoyado un lado o el otro y que a esto se le considera una victoria para el punto de vista de ese bando. Los dos partidos políticos opuestos han seguido el debate por muchos años, sin progreso alguno. Ya hemos considerado la cuestión de la estructura biológica como causa del crimen y llegamos a la conclusión de que existen graves peligros en las conclusiones que han propuesto algunos criminólogos. Esto no significa que el estado físico de una persona no pueda afectar su comportamiento en una forma que se pueda llamar criminal. Un hombre atormentado más allá de lo que puede resistir bien puede volverse violento, incluso si no se comporta de esa manera en cualquier otro momento. Se dice que todos somos capaces de asesinar, o al menos de matar, si se dan las circunstancias correctas, y no tengo duda de que esto sea totalmente cierto. Un hombre muy bueno que conocí una vez me dijo que con facilidad pudo haber atacado y matado a un hombre que había atropellado a su esposa en un accidente automovilístico. mi amigo al principio pensó que habían matado a su esposa, y fue sólo al darse cuenta de que todavía estaba viva lo que detuvo su mano. Cuando la gente está cansada, asustada o enojada bien puede hacer algo que no haría en otro momento. Por supuesto, esto se ha sabido por largo tiempo, no solo entre ls personas en general, sino también en contextos legales, en temas como crímenes pasionales (?) o matar en autodefensa. Las circunstancias y estados fisiológicos personales no representan la mayor parte de crímenes graves. Las condiciones psicológicas, la enfermedad mental, bien pueden afectar en forma adversa l conducta de la gente hacia la criminalidad, pero de nuevo estamos tratando con casos individuales. Estas causas potenciales, estados y enfermedades físicas y mentales no pueden explicar el problema general del crimen, ni pueden explicar por qué el crimen violento ha aumentado en forma tan notable en los últimos años. Parece claro que las causas de la mayoría de los crímenes son morales, sociales y económicas, más que físicas y psicológicas. Existe una fuerte correlación (¡una terrible palabra!) entre el reciente incremento en la taza de crímenes y los grandes cambios en la estructura social y estándares de moral que han tenido lugar al mismo tiempo. Por supuesto, una correlación no por fuerza implica causa y efecto, como hemos visto, pero con Guillermo Occam en mente, es un punto inicial útil. Julio A. Ceballos. San Luis Potosí., S.L.P. a 18 de julio de 2014. P.D. Guillermo de Occam, monje franciscano que vivió a finales del siglo XIII y principios del XIV. Guillermo de Ocamm enseñó que “las entidades no se deben multiplicar más allá de lo necesario”. Esta pomposa máxima filosófica se puede expresar en forma más útil, diciendo que siempre es mejor considerar primero la explicación más simple de cualquier problema. En otras palabras, no compliquemos la situación innecesariamente. Este útil principio ha llegado a conocerse como la “Navaja de Occam”, y sostiene que las “entidades” innecesarias se pueden rasurar.

bottom of page