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Una parafilia (del griego παρά, pará: ‘al margen de’, y φιλία, filía: ‘amor’) es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos. No existe un consenso para establecer un límite preciso entre el interés sexual inusual y la parafilia. Incluso existe debate sobre si alguna de las consideradas parafilias deberían figurar en los manuales de diagnóstico o no.

El número y taxonomía de las parafilias también es controvertido; algunas fuentes listan hasta 549 tipos de parafilias. El DSM-5 tiene especificados ocho desórdenes parafílicos. Se han propuesto varias subclasificaciones de las parafilias pero algunos argumentan que un enfoque psicológico completo podría reflejar mejor la evidencia.

En 1987 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association) eliminó el término «perversión» del DSM y de la terminología psiquiátrica mundial. Desde esa fecha en adelante se denominan «parafilias».

Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas, siempre que la actividad del sujeto no se límite únicamente a ellas. Por ello resulta imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias.

Las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo y el frotismo.

PARAFILIAS VS. EROTISMO.

Cabe destacar que la práctica de algunas conductas sexuales inofensivas aunque poco comunes no implica una parafilia por sí misma. No se vive en una situación de parafilia si la práctica sexual poco habitual cumple estas tres condiciones:

  • Estas prácticas sexuales no son la única forma con la cual la persona alcanza goce sexual y puede obtener un orgasmo, sino que sean sólo una forma de sexo casual, voluntaria y no indispensable ni obsesiva para la práctica sexual. Por ejemplo, una pareja que practica el sadomasoquismo o la asfixiofilia con cierta regularidad, pero pueden sostener otro tipo de relaciones sexuales si así lo desean. En estos casos el fetiche se convierte únicamente en una práctica erótica que “condimenta” la relación, pero no en la relación per se.

  • Si estas prácticas sexuales no causan daño físico, psicológico, económico, etc., a la persona que la practica o a las personas que están involucradas en la práctica. Se torna patológica cuando afecta nocivamente de forma objetiva la vida de la persona practicante, de quienes la rodean o de la sociedad en general. Ejemplo: un sádico sexual es inofensivo en tanto que sus parejas, adultas voluntarias, participen consentidamente en el acto sexual con las medidas de seguridad adecuadas. Se torna peligroso y parafílico cuando el sádico está descontrolado y se aboca a violar y torturar víctimas indefensas.

  • Cuando los involucrados son personas conscientes y voluntarias que participan del acto de forma consensuada. Esto, naturalmente, es imposible en algunas parafilias claramente transgresoras donde el objeto de placer del paráfilo no está en condiciones nunca de dar su aprobación y la relación sexual siempre puede causar daño como en la pedofilia, el frotismo y la somnofilia.

En síntesis no toda práctica erótica poco tradicional es una parafilia. Se torna como tal cuando deja de ser saludable y controlable por el individuo y cuando es evidentemente destructiva y enfermiza. Aquel que “guste de esposar a su pareja a la cama de vez en cuando” no es parafílico como si lo sería aquel “incapaz de tener relaciones si la persona no está esposada a la cama”.2

Origen de las parafilia

Se han postulado diferentes teorías respecto a las posibles causas de la parafilia, especialmente porque se han registrado todo tipo de parafilias, algunas hasta por objetos y circunstancias claramente no sexuales.

El sexólogo Magnus Hirschfeld considera que la atracción sexual siempre se desarrolla con base a diferentes estímulos individuales del medio. En este sentido todo ser humano tiene “parafilias” o “fetiches” normales y saludables como sería un hombre heterosexual que siente preferencia hacia las mujeres rubias sobre las pelirrojas o hacia las gordas sobre las delgadas, y viceversa. Estos patrones sexuales pueden incluir no sólo aspectos físicos sino objetos -ropa, lencería, uniformes, etc.- para Hirschfeld el fetiche se torna patológico cuando se sobrevalora uno de estos objetos individuales, por ejemplo, los zapatos.3

El psicoanalista Donald Winnicott consideraba el origen de los fetiches y parafilias en el objeto transicional. La tenencia de un objeto transicional es normal y sana en casi todos los seres humanos durante su niñez, pero en algunos casos se torna sexual. En todo caso la teoría del psicoanálisis considera que cualquier trauma infantil puede producir un impacto en el inconsciente que posteriormente se traduciría en una práctica neurótica o perversa; es la proyección de la libido.4

Para algunos conductistas las parafilias y fetichismos son producto del condicionamiento clásico, cuando una persona está expuesta a una práctica sexual específica asociándola a un objeto, sujeto o circunstancia de forma tal que la gratificación sexual se asocia a este condicionamiento. Es decir, de forma similar a como Iván Pávlov logra que un perro asocie el sonido de una campana con alimento y esto hace que el perro salive, un fetichista es alguien que está condicionado para creer que los latigazos en la espalda producen placer sexual.

La teoría de que las parafilias surgen por abusos sexuales no está del todo probada y se considera coloquial. La idea de que todos los pedófilos fueron objeto de abusos cuando eran niños no está del todo comprobada, aunque se han encontrado correlaciones entre personas que sufrieron abuso sexual y luego repitieron este abuso en otros. Aun así ni todos los abusadores fueron abusados ni todos los abusados se vuelven abusadores. No obstante, en efecto, el psicoanálisis postula que los traumas infantiles pueden generar conductas patológicas posteriores, como la compulsión de repetición que podría explicar algunas parafilias. Algunos psicoanalistas incluso postularon teorías respecto a la correlación entre estímulos sexuales tanto placenteros como traumáticos en determinadas etapas del desarrollo psicosexual con ciertas parafilias, por ejemplo, el sadomasoquismo estaría en relación con la fase anal, ya que el sadomasoquismo encuentra placer en el control y la fase anal es aquella donde el niño obtiene goce erótico al lograr controlar su cuerpo, y así sucesivamente

Las filias son atracciones habitualmente exageradas a determinadas realidades o situaciones.

Una parafilia (del griego pará: “al margen de”, y filía: “amor”) es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña. Suelen, aunque no necesariamente, suceder principalmente porque la persona que las practica ya ha tenido una cantidad muy elevada de placer sexual, que llega un momento en que lo poco no la satisface y quiere más y más de aquella actividad para sentir el orgasmo o excitarse. En ocasiones se habla de perversión cuando se trata de conductas depravadas o corruptas.

¿Qué son las Parafilias?

Es una recurrente e intensa aparición de fantasías sexuales o conductas que engloban a objetos o animales, niños o adultos que no dan su consentimiento o de producir dolor y sufrimiento a las parejas o a sí mismo. O sea que la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios, reiterados y a veces excluyentes, para conseguir la excitación sexual. También son llamadas desviaciones o variaciones y hoy se trata de evitar la palabra perversiones

A las parafilias, desviaciones sexuales o perversiones se definen como un patrón de conductas sexuales en la que la fuente predominante de placer sexual no es a través de la cópula heterosexual. Esta es una definición que se aceptó hasta hace algunos años, pero como la homosexualidad se le definió como una preferencia sexual en lugar de una parafilia, dejo de estar vigente.

Actualmente las parafilias se entienden como las conductas sexuales, eróticas que no son comprendidas por la mayoría de las personas.

Así encontramos que hay parafilias que castiga la Sociedad como delitos y existen otras parafilias que aunque no son aceptadas tampoco se les considera un delito. Desde el punto de vista de la Psiquiatría y del Psicoanálisis las parafilias son consideradas “perversiones”.

Tomando como referencia la primera definición encontramos que existen algunas parafilias que se pueden encontrar dentro de la sexualidad normal si se les practica esporádicamente o como juego amatorio que precede a la copula normal.

Las parafilias son un deseo incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto o de fantasearlo. De hecho los individuos que la practican pueden parecer exteriormente tan normales como cualquier otra persona.

Se llama “parafilia” a lo que en la ley se denomina “perversiones”. Algunos psicoanalistas y psiquiatras aún la denominan así.

En Sexología se evita estigmatizar imponiendo sobre tópicos tan controvertidos como la sexualidad humana un etiquetaje discriminatorio.

“Parafilia” proviene del griego “para” = junto a; “filein” = amar.

La etimología alude a un amor paralelo a la forma convencional. En efecto: el sexo convencional es heterosexual, coital, con finalidad declarada procreativa y en general con el hombre en posición del misionero (encima de la mujer).

Es de imaginar que una actividad constreñida así no se corresponde con la intimidad sexual de las parejas actuales, según lo demostró, ya en 1948, el pionero sexólogo americano Alfred Kinsey en su encuesta a miles de norteamericanos.

Formas de estimulaciones diversas, y no sólo en el fore-play (o inicio de la relación sexual), sino como finalidad en sí misma, representan un porcentaje nada desdeñable de la conducta sexual de la población que nos consulta.

El DSM-IV las caracteriza por consistir en impulsos sexuales intensos y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades o situaciones poco habituales.

Suelen crear alteraciones desfavorables en la vida familiar, laboral y social del individuo por su carácter de compulsivas. John Money, estudioso neozelandés del tema de las parafilias en nuestro siglo, consigna cerca de cuarenta. Las más difundidas por los medios, a raíz de que pueden suponer ofensas sexuales son: la paidofilia, el exhibicionismo, el frotteurismo, el sadismo sexual, el voyeurismo, el fetichismo.

Las parafilias incluyen algunas de estas posibilidades:

– Objetos humanos;

– Infligir sufrimiento o humillación a sí mismo o a la pareja;

– Involucrar a prepúberes o personas que se resisten a la propuesta sexual.

Estas fantasías o estímulos específicos son requisito indispensable para que el individuo parafílico logre excitarse y llegue al orgasmo.

A veces, con su pareja, emplea su imaginería erótica para poder funcionar sexualmente. En ocasiones, logra la complicidad de su acompañante quien, por ejemplo, juega a trasvestirse o trasvestirlo para que pueda desarrollarse la actividad sexual habitual.

En vivo o en diferido, las imágenes parafílicas acompañan al individuo, quien puede tener un mayor o menor control de su conducta sexual, según las características de su yo fuerte o débil.

En tal caso, su parafilia será:

– leve, ocasionalmente expresada;

– moderada, implica mayor manifestación conductal;

– severa, si lo lleva a niveles de compulsión.

Esta compulsión a veces implica que el individuo parafílico comete actos delictivos, cuando su parafilia es asocial.

Así, el exhibicionista mostrará sus genitales a la gente por sorpresa; el necrofílico violará cadáveres. El paidofílico espiará, toqueteará o abusará de los niños o les hablará sobre la sexualidad en términos inconvenientes para su edad. O les pedirá que le muestren los genitales. El sádico sexual producirá deliberadamente dolor a su víctima y en ello residirá su placer.

Estas conductas lo suelen llevar a la cárcel y a condenas que no modifican su próxima crisis parafílica.

Cuando hay un claro descontrol de la conducta, muchos individuos presentan un malestar anticipatorio que algunos autores comparan con los pródromos de las epilepsias temporales.

La persona afectada teme su salida parafílica porque cree no manejarla.

En el trabajo interdisciplinario, la medicación con un antiandrógeno, en caso de parafilias asociales, permite, junto con las terapias sexuales, tranquilizar al victimario que suele sentirse víctima de su propia compulsión.

Esta despersonalización ocasional es referida por algunos consultantes que aluden a su conducta compulsiva con frases como la siguiente: “No soy yo quien va a espiar a los baños. Son mis pies los que me llevan”.

Para que una conducta sea considerada parafílica debe haber tenido sus antecedentes tempranos en la biografía del sujeto.

La niñez y la pubertad, en las historias sexuales levantadas a sus protagonistas, revelan tempranos estímulos visuales, auditivos o táctiles que por razones variadas adquirieron un particular significado para cada individuo.

Las explicaciones de por qué predominan las parafilias en los varones y es escasa su aparición en las mujeres, tienen que ver con la teoría del predominio de la erotización visual en el hombre a diferencia de la erotización táctil en la mujer, atribuible a la posición prenatal en el período de determinación del dimorfismo sexual cerebral.

Implica predisposiciones que la vida postnatal desarrollará en el período crucial de los 18 meses. Allí natura y nurtura enlazarán, con el comienzo de la adquisición del lenguaje y la construcción del esquema corporal, las sensaciones que componen un universo imaginario erótico: los mapas del amor o “Lovemaps”, como lo denomina el creador de este concepto, John Money.

En el mapa del amor figura la imagen del amado, sus características arquetípicas, la escena sexual excitante imprescindible para despertar el deseo, encender la excitación y culminar con el orgasmo.

El mapa del amor está en la mente y en el cerebro.

De allí que tras su formación entre los 5 y los 8 años de edad del individuo, sea resistente al cambio.

Es como un idioma nativo que persistirá a lo largo de la vida, cualquiera sea la pareja que nos acompañe. Su vandalización a temprana edad, es decir, la interferencia en los juegos sexuales infantiles con los que se lleva a la acción el mapa del amor, origina las parafilias.

Por desplazamiento, distorsiones u omisiones de las conductas sexuales deseadas, una acción erótica se transforma en una desviación sexual. La vandalización causante de la parafilia se produce por:

– Abuso sexual infantil;

– Prohibición cruel y reiterada de las manifestaciones sexuales de los niños (juegos de ensayo eroto-sexual, curiosidad infantil en torno de temas sexuales).

La clínica de las parafilias reúne técnicas diversas. Las terapias sexuales incluyen información a los pacientes sobre los conocimientos actuales sobre el tema de consulta, medicación cuando el grado de ansiedad no les permite la relación terapéutica, un fuerte vínculo con los terapeutas quienes deben manejar técnicas diversas: dramatizaciones, Gestalt, genogramas familiares, entrevistas de otros significativos (parientes, amigos) dispuestos a ayudarlo. Y, sobre todo, los profesionales de la salud deberían carecer, en la mayor medida posible, de un criterio de valoración discriminatorio sobre la persona que los consulta.

Comprender las parafilias presupone develar por qué somos los humanos tan variables en nuestras gratificaciones sexuales, cómo adquirimos y seleccionamos el estímulo que nos procura placer y qué proceso validó que uno (o unos pocos) prevalecieran por sobre los demás.

Si ese estímulo sexual no es convencional, si se impone en automático, si provoca malestar al individuo y es de larga data, hablamos de parafilias.

TRATAMIENTO.

Tratar las parafilias es un reto para la psicoterapia, la psiquiatría, la criminología y otras disciplinas, la finalidad es que el paciente abandone la parafilia que hace daño a terceras personas como lo son la paidofilia, exhibicionismo, frouterismo, voyeurismo etc.

Muchos pacientes pueden ser ayudados a vivir más satisfactoriamente que como se encuentran, alcanzando un mejor control consciente y autodiciplinado por medio de asesoramiento y de psicoterapia.

Medicamentos como antisicóticos, antidepresivos o anti-androgénicos han dado buenos resultados en algunos pacientes. En la mayoría, el aislamiento social (cárcel) es lo único que evita se siga dañando a terceras personas.

Las parafilias que no hacen daño a terceras personas en donde ambas partes de la pareja lo disfrutan y están de acuerdo en llevarlas a cabo no necesitan tratamiento alguno.

Son conocidas como desviaciones sexuales, pues el placer sexual se alcanza con prácticas anormales de conducta. Existen tres grados de parafilias clasificadas por la Asociación Mundial de Psiquiatría.

Mínimo: obtención por medio de fantasías que no alteran las actividades sexuales normales.

Acentuado: Se busca de manera insistente la realización de la fantasía para alcanzar la satisfacción sexual.

Dependiente: La fantasía erótica afecta o interfiere en la relación sexual, de tal forma que se pierde la libertad de elegir y no se puede dejar de actuar de cierta manera.

Se da un carácter impulsivo cuando lo único que sacia la excitación es la realización de esa fantasía. De tal forma que la parafilia puede convertirse en una adicción, donde el individuo solo llega a la excitación a través de esta.

El empleo del término “parafilias” para reemplazar el concepto de “perversiones” es un hallazgo de la sexología del siglo XX. No se trata meramente de una nueva denominación diagnóstica.

Presupone un enfoque humanístico científico que integra desde los descubrimientos del funcionamiento cerebral, según quiere la neurociencia, hasta las maniobras sistémicas de los terapeutas que tratamos la conducta sexual humana.

Conocer las variantes del erotismo en sus diversas formas de estimulación y su expresión comportamental acrecienta el conocimiento de la sexualidad llamada “normal”.

Solemos emplear criterios estadísticos o ideológicos para clasificar las formas del deseo, la excitación y el orgasmo humano. Havelock Ellis, el eminente médico inglés, se refiere a las alternativas o variantes sexuales cuando expresa: “Todo el mundo no es como usted, ni como sus amigos y vecinos. Incluso sus amigos y vecinos puede que no sean tan semejantes a usted como usted supone”. Comprender las parafilias implica saber hasta dónde los hechos del desarrollo del sexo y sus emociones pueden ser uniformes y constantes.

Delimitación del término “parafilias”

Denominación proveniente de la Sexología.

La Sexología es una ciencia proveniente del siglo XIX.

Presupone el estudio de los seres humanos como individuos sexuados, en su carácter de varones, mujeres o ambiguos. Incluye sus sentimientos, en cuanto a sentirse varones, mujeres o ambiguos (identidad de género), y sus conductas, sentimientos, fantasías derivadas de su ser sexuados. También estudia las dificultades en sus actividades sexuales y la resolución de los problemas sexuales.

También la Sexología se ocupa de las diversas formas en que podemos ser sexuales. Es decir, de las variantes de la conducta sexual. Cuando esa conducta sexual varía, con referencia a una presunta norma, según una cantidad de condiciones que pasaré a considerar, hablamos de “parafilia”.

Condiciones de la parafilia

Parafilia es el nombre que aporta la sexología del S.XX a lo que antiguamente se denominaban perversión o desviación sexual.

El enfoque humanístico y globalizador entiende que la conducta sexual humana está llena de variaciones y connotaciones personales altamente respetables, pero que pueden llegar a convertirse en un problema cuando atentan contra la libertad de las personas y son vividas con angustia originando problemas y creando alteraciones en la vida familiar, laboral y social, especialmente por su carácter compulsivo.

Así, se puede definir las parafilias como todo estado en el que la excitación y gratificación sexual de la persona depende exclusivamente de la fantasía recurrente o realización de un acto especial e insólito que se convierte en el foco principal de la conducta sexual.

Se da con mucha más frecuencia en varones que en mujeres y suele tener su comienzo en la infancia y pubertad aunque se manifieste más tardíamente.

Algunas parafilias pueden aparecer en momentos específicos de la vida de una persona cuando ésta se encuentra sometida a situaciones especiales o momentos de gran estrés.

Hay que diferenciar una parafilia de la curiosidad y experimentación de determinadas conductas sexuales. La persona que realmente sufre una parafilia se ve asaltada constantemente por la necesidad de satisfacer su deseo sexual, incluso aunque esto interfiera en su vida diaria, despreocupándose en muchos casos de otras responsabilidades.

Por ejemplo, no es lo mismo tomarse una copa de vez en cuando, porque apetece y en un contexto determinado, que depender del consumo del alcohol y no poder dejar de pensar en ello, destinando todos sus recursos para conseguirlo y sentirse frustrados/as y ansiosos/as si no lo consiguen.

Hay muchas conductas sexuales que pueden llegar a convertirse en parafilias, aquí se van a nombrar las más comunes, no por más practicadas sino por más conocidas y estudiadas.

Existen diversas parafilias entre las cuales se mencionan:

Acrotomofilia: La excitación depende de que la pareja tenga alguna amputación, ya sea un brazo, una pierna o un dedo.

Agalmatofilia: Surge el deseo cuando se contempla una estatua de una persona desnuda, como la Venus de Milo o el David de Miguel Ángel.

Asfixiofilia: Es una perversión muy común, los deseos sexuales se despiertan por la fantasía de ser estrangulado(a) y llegar a la asfixia.

Autoasesinofilia: La persona que tiene esta parafilia fantasea con ser asesinado muchas de las ocasiones de manera salvaje para poder llegar al orgasmo.

Autonepiofilia: Una parafilia marcada por el deseo inconsciente de regresar a la etapa infantil, el individuo desea ser tratado como un bebé por su pareja, inclusive usando vestuario, para poder llegar al orgasmo.

Biastofilia: El asalto violento a una persona aterrorizada y desconocida son la base de la excitación.

Crematistofilia: Pagar por el servicio o ser asaltado al tener sexo constituye la base para que el orgasmo pueda suceder.

Coprofilia: Comer el excremento de la pareja conduce al orgasmo al tipo de personas que presentan esta parafilia

Efebofilia: Los deseos sexuales son estimulados solo cuando la pareja se encuentra o está a punto de entrar en la etapa adolescente.

Escatofilia telefónica: Sólo se pude establecer por medio de llamadas telefónicas, las cuales pueden ser a personas conocidas o no, en este caso no se trata de llamadas eróticas, más bien son del tipo amenazante o insultante.

Estigmatofilia: Los deseos sexuales son despertados por tatuajes, cicatrices o perforaciones en el cuerpo de la pareja.

Exhibicionismo: Si el individuo logra causar sorpresa, pánico o miedo, al mostrar alguna zona erótica en un sitio público y de manera ilegal, entonces puede llegar al orgasmo. Exhibicionistas (violadores a distancia) El exhibicionismo es una parafilia común que se describe como una exposición deliberada y compulsiva de los genitales en público, siempre por un varón como medio para alcanzar la satisfacción sexual.

Las mujeres por lo general obtienen más placer al exhibir otras partes de su cuerpo. En esta parafilia la satisfacción sexual se alcanza por medio de la masturbación posterior a la exhibición. Al sujeto exhibicionista, lo que le excita es la reacción de la víctima que puede ser de sorpresa, asombro o miedo.

La teoría psicoanalítica sostiene que el exhibicionismo es utilizado como la negación de la ansiedad de castración. El hombre busca tranquilizarse con la reacción de la audiencia femenina (a menudo niñas) de que él si tiene un pene y de que le temen debido a él. Cuando el exhibicionismo se presenta en la preadolescencia (es común) no es una perversión.

Los exhibicionistas son por lo general son hombres con personalidad inadecuada y tendencia sádicas y sadomasoquistas. Ellos por lo general tienden a regresar a los lugares de los hechos y por tanto son aprehendidos y castigados por la ley.

Fetichismo: La dependencia a cualquier objeto de la pareja, desde un cabello o ropa hasta, en el peor de los casos miembros, produce la excitación sexual y llegan a conducir al orgasmo.

A esta parafilia se le define como la obtención del placer o excitación sexual a partir de objetos inanimados, por ejemplo zapatos o ropa íntima o con partes del cuerpo (pelo).

El orgasmo puede ser espontáneo al ponerse en contacto con el fetiche o por la masturbación o la cópula en presencia del fetiche.

El fetichismo es una exageración de la evaluación acentuada normal de ciertas prendas asociadas con el objeto amado. La atención excesiva a ciertas partes del cuerpo femenino (mamas, nalgas piernas) se le conoce como parcialismo.

La fetichista femenina en ocasiones se enfrasca en cleptomanía compulsiva que puede tener significados sexuales inconscientes.

Formicofilia: La excitación sexual surge del contacto con hormigas y caracoles que se pasan por

zonas genitales o erógenas.

Froteurismo: Consiste en excitarse al frotar los genitales con el cuerpo de un desconocido en una multitud. (frotamiento): A esta parafilia se le describe como el gusto y excitación caracterizado por frotar el pene contra las nalgas o bien el cuerpo de una mujer.

Esta parafilia es frecuente en lugares muy concurridos como puede ser el metro, los cines los estadios deportivos, etc. Este acto suele pasar desapercibido para la víctima. Los frotistas sólo son pervertidos si éste es el único modo de que obtenga el orgasmo

Gerontofilia: El motivo de la excitación surge cuando la relación se da con una persona de la

tercera edad o con personas de la misma edad de los padres.

Hibristofilia: La excitación se origina cuando se sabe que la pareja ha cometido un crimen. (Violación, Asesinato).

Hifefilia: Al tocar o sentir, el cabello o tejido de la ropa de la pareja.

Juvenilismo parafílico: El deseo sexual surge del comportamiento de la pareja como si estuviera en su etapa juvenil y ser tratada como tal por su pareja.

Kleptolagnia: El hecho de robar constituye el origen del deseo erótico.

Masoquismo: La excitación depende del hecho de ser objeto de maltratos físicos, abusos o humillaciones por parte de la pareja. Es la parafilia que se complementa con la del sadismo en donde la persona tiene gran placer sexual al ser agredida físicamente, además de ser sometida por su agresor. Para Freud los masoquistas tienen fantasías destructivas que vuelven contra sí mismos.

Morfofilia: Una de las partes del cuerpo de la pareja es la fuente de placer para la excitación por ejemplo: un lunar.

Misofilia: Masticar, oler o realizar otra acción con ropa sucia o productos relativos a la higiene menstrual es el origen de la excitación.

Narratofilia: Uso de palabras o narración de historias pornográficas, obscenas o sucias en presencia de la pareja.

Necrofilia: Placer sexual al copular con un cadáver. Esta parafilia se define como la obtención del placer sexual con cadáveres, generalmente por medio de la cópula con o sin mutilación subsiguiente.

Es una desviación rara. Esta parafilia es castigada por la ley. Los necrofílicos profanan tumbas, entran al servicio forense o bien asesinan a sus víctimas para posteriormente violarlas, cuando esto sucede se constituye como una forma extrema de sadismo, siendo el objeto sexual un fetiche.

Si el cadáver es violado directamente eso implica que un trastorno muy profundo de la personalidad, por regla una psicosis. Aunque el necrofílico presenta escaso interés en las mujeres vivas, algunos pueden realizar el coito si la mujer permanece totalmente quieta, como si estuviera muerta.

Olfatofilia: excitación provocada por el olor de distintas partes del cuerpo de la pareja, en especial el de las zonas erógenas.

Pederastia: Sostener sexo anal entre un hombre viejo y uno joven.

Pedofilia: Excitarse al tener una relación sexual con infantes.

Pictofilia: excitación provocada por observar fotografías o videos sucios o pornográficos.

Renifleurismo: La excitación y el orgasmo llegan cuando la persona percibe olor a orina, en especial de la pareja.

Sadismo: Torturar, humillar o castigar a otro implica excitación.

Somnofilia: Consiste en despertar a un desconocido con caricias eróticas, sexo oral, pero sin violencia.

Simforofilia: Provocar un accidente y presenciarlo es causa de excitación sexual.

Tocheurismo: Tocar los genitales, nalgas o senos a un desconocido de manera abrupta.

Transexualidad.-La transexualidad es un deseo obsesionante y consciente de cambiarse sexo. Un transexual es un individuo que piensa, siente y actúa como una hembra, pero que biológicamente es masculino.

En cambio el hermafrodita tiene anomalías biológicas de intersexo (ambos sexos), pero por lo general la orientación sexual es apropiada a sus características sexuales externas predominantes.

La transexualidad a menudo se confunde con el transvestismo y con la homosexualidad. También hay que referir que aquellos que piensan que están cambiando de sexo generalmente en contra de su voluntad no son transexuales, son sicóticos.

En los últimos años, los transexuales varones han tenido notorio aumento al practicarse operaciones plásticas en ellos con la castración subsiguiente y la adaptación de un órgano tipo vagina. Las transexuales mujeres recurren a la mastectomía y al uso de una prótesis (dildo).

Travestofilia: Utilizar prendas del sexo contrario, especialmente intimas, constituyen deseo.

Troilismo: La excitación sexual se da al observar a la pareja teniendo relaciones sexuales con otra persona.

Urofilia: Orinar o beber la orina de otro dan lugar a la excitación.

Voyeurismo: Consiste en observar a alguien desnudándose o teniendo relaciones de manera licita. Vouyerismo o escoptofilia.- Esta parafilia de gusto recurrente y que ocasiona preocupación, consiste en obtener placer sexual observando los órganos sexuales y las actividades sexuales de otros, por lo general de mujeres. Los vouyeristas se masturban mientras observa el evento. Al voyeurista.

No le gusta ir a playas nudistas donde es permitido ver el cuerpo desnudo, le excita lo prohibido de la acción. En el adolescente el vouyerismo es normal como parte de la búsqueda de excitación sexual.

En el adulto los caracteres vouyeristas pueden ser normales como en el juego sexual antes de la copula y la excitación ocasionada al ver fotografías o películas pornográficas con su pareja. El desviado por otra parte obtiene satisfacción al cometer el acto en forma compulsiva e iterativa a los demás, a menudo con gran riesgo.

Zoofilia: Sostener relaciones con animales es motivo de excitación sexual.

Estos trastornos se hallan a menudo asociados a otras perversiones. Por ejemplo un prerrequisito para la excitación sexual puede ser de origen sádico orinarse en el compañero durante el coito o que el compañero lo orine (urofilia), o vouyerista al observar las funciones excretoras.

El orgasmo generalmente se alcanza por la masturbación. La bestialidad consiste en obtener el placer sexual con los animales. Ya que poner en claro que este termino de define la excitación sexual al observar la actividad sexual de los animales, se refiere específicamente a copular con ellos.

La zoofilia puede presentarse de forma ligera en algunas personas y es de forma transitoria. La bestialidad se presenta más comúnmente en individuos que viven en áreas rurales que se hallan socialmente aisladas, tiene una personalidad esquizoide o son francamente sicóticos o retardados mentales.

Sin embargo personas inteligentes y educadas pueden practicar esta desviación. Los animales más comúnmente involucrados son los domésticos, pero también han sido los de granja. Esta práctica puede no ser considerada una parafilia sino una práctica “normal” en algunas culturas.

¿Qué puede llevar a una persona a una parafilia?

Deben de estar tres factores inconscientes en el momento de llevarlas a cabo el acto parafilico:

I VOLUNTAD DE PODER: la voluntad de poder es en donde el individuo debe de demostrarse a sí mismo que tiene mayor poder o superioridad sobre su víctima.

II RIESGO: El riesgo de llevar a cabo el acto parafilico, genera en el individuo una excitación sexual en cada evento y además él se pone a prueba y trata de demostrar que es capaz de vencer a rivales de antaño (padre/madre).

III DESQUITE: El parafilico presenta este sentimiento de revancha como una reparación del daño que sufrió durante su infancia y se acompaña hostilidad, resentimiento.

Paidofilia.- (pedofilia).- Esta parafilia es el deseo o gusto por tener relaciones sexuales con menores de edad (niños o niñas).

Los paidofilicos son personas que pueden tener familia, abusando también de ella, lo que es más común es que sea un homosexual. Los paidofilicos no tiene la capacidad para cortejar o relacionarse con mujeres por ser sumamente inseguros, la impotencia parcial es usual.

Las relaciones paidofilicas pueden ser desde tocamientos hasta la penetración vaginal o anal, en algunas ocasiones asesinan a sus víctimas para evitar el ser descubiertos. Esta parafilia se caracteriza más que por la excitación sexual, por el uso y abuso del poder.

¿Qué parafilias están penadas?

El estado legal de las parafilias varía ampliamente de cultura en cultura y de país en país. Por ejemplo en Inglaterra y algunas ciudades de los Estados Unidos a la homosexualidad no se le considera un delito cuando esta se practica entre adultos que consientan a ello, en otros sitios aunque no es aceptada ampliamente es tolerada.

La paidofilia, necrofilia, frouterismo y el exhibicionismo y otras parafilias son consideradas como delitos menores y en ocasiones como faltas administrativas por la ley.

Otras parafilias no son penadas mientras no afecten a terceras personas, siempre y cuando la pareja este de acuerdo (Ej.; fetichismo, urofilia y otras más)

¿Cuál es la psicodinámica de las parafilias?

La psicodinámica de las parafilias tiene su origen 1905 con TREE ESSAYS ON THE THEORY OF SEXUALITY de Freud. El cual especulaba que la energía sexual o libido está presente desde el nacimiento en forma desorganizada. La cual se caracteriza por la satisfacción de las fuentes auto erógenas no genitales.

Como es el mamar, comer, defecar, embarrarse y posteriormente mirar y exhibirse. Cada uno de estos actos constituye un “instinto parcial”, los cuales se van integrando en forma gradual hasta llegar al dominio genital en el adulto. Los instintos parciales según Freud no desaparecen del todo y muchos de ellos permanecen bajo las formas del beso, juego amatorio y el exhibicionismo a menudo empleado como juego presexual.

Si estos instintos parciales tienen fijaciones en la etapa pregenital (o regresiones), permanecerán como fuente dominante de gozo sexual en el adulto.

Las tendencias para las parafilias existen en cada persona en forma latente y las causas por medio de las cuales se transforman en actos francos son dudosas. Las causas más comunes son la ansiedad de castración, conflictos de Edipo y otras anomalías del medio familiar durante la niñez.

La mayoría de las parafilias son llevadas a cabo por varones, no quedando exentas las mujeres pero en mucho menor número, también se dice que hasta el 78 % de los casos hay alteraciones neuropsiquátricas en diferentes grados.

¿Siempre han existido las parafilias?

Si, las parafilias siempre han existido desde que se tiene historia. Pero han surgido otras parafilias o sea han ido trasformando debido a los cambios que hay en las sociedades, así encontramos que cuando apareció el teléfono surgió una nueva parafilia, que es el realizar llamadas obscenas, (escatología telefónica) lo mismo sucede con la computadora y otros medios.

Por otra parte las relaciones sexuales con animales son prácticas realizadas como un inicio de la vida sexual en personas del campo, y no son consideradas como algo malo, en cambio en personas que viven en las ciudades, esta actividad puede considerarse como una enfermedad mental. Se han tipificado 138 parafilias, y cada vez hay más

Otras parafilias:

-Llamadas telefónicas ya sea a números y personas desconocidas o a números específicos para tal uso, como método preferido o exclusivo para obtener excitación o satisfacción sexual.

-Utilizar Internet, como método preferido o exclusivo para obtener excitación o satisfacción sexual. Habitualmente a través de Internet se accede de manera relativamente sencilla al tema que predomina en otras parafilias.

La introducción de objetos en el ano y/o la vagina poco usuales cómo único método para obtener placer o satisfacción sexual.

La introducción de líquidos a trasvés del ano normalmente, como método preferido o exclusivo para obtener excitación o satisfacción sexual.

MARCO ANTONIO MARTINEZ LAUREANO

ESTUDIANTE UNIVERSIDAD UNIVER L.I.A.

Leer más:http://www.monografias.com/trabajos26/parafilias/parafilias.shtml#ixzz43Zzp1he4

PARAFILIAS Y CRIMEN.

Hasta hoy, había abordado en su mayor parte temas directamente relacionados a la criminalística y medicina forense, pero también es importante estar familiarizados o conocer los aspectos básicos de los temas que se relacionan indirectamente, entre ellos se encuentran las parafilias. Un término que representa mucha controversia, sobre todo en sociedades conservadoras como la nuestra en donde es difícil responder preguntas como: ¿qué es lo normal? ¿Lo estadísticamente más común? ¿Lo natural o saludable? ¿Lo moralmente correcto? ¿Lo que biológicamente se da en la naturaleza? ¿Lo aceptado por una cultura o sociedad?

Ahora bien, quizá muchas de las parafilias que se mencionarán a lo largo del artículo han sido practicadas por familiares, conocidos o incluso por nosotros mismos, recordemos que por lo común son prácticas que se llevan a cabo en secreto o que son compartidas con personas de nuestra entera confianza. Pero, sin más preámbulos pasemos a adentrarnos en el extraño e intrigante mundo de las parafilias, sea usted estimado lector quien lo juzgue.

Para iniciar y comprender el tema debemos comprender algunos antecedentes generales respecto a la perspectiva conductual. A manera general, esta teoría inició en la década de 1900 cuando William James y Wilhelm Wundt dominaban la psicología en Estados Unidos. El conductismo nació en 1912 y algunas de sus premisas son:

  • Se deben estudiar eventos ambientales y conductas observables. El aprendizaje a partir de la experiencia es la principal influencia sobre la conducta.

  • La introspección debe sustituirse por métodos objetivos (experimentación-observación).

  • La conducta de los animales debe estudiarse junto a la de los humanos, porque los organismos más simples son más fáciles de estudiar que los complejos.

Clasificación de los trastornos:

  • Trastorno conductual primario: cualquier disfunción de la conducta observable, cognitiva o afectiva, resultante de aprendizajes excesivos, deficientes o excepcionales, con ausencia de anomalías biológicas necesarias o suficientes para producirla.

  • Trastorno conductual secundario: deriva de una anomalía biológica relativamente estable (psicosis, demencia, deficiencia mental).

  • Trastorno conductual terciario: resulta de la interacción entre un trastorno conductual secundario y un ambiente desfavorable.

DEFINICIÓN

Deriva de las palabras griegas pará (cerca de) y philía (amor). Entonces, tomando en cuenta la etimología de la palabra, se les considera parafílicos a aquellas personas cuya activación sexual se produce ante objetos, sujetos o situaciones que no forman parte de las pautas normativas habituales de excitación sexual.

Actualmente las parafilias se definen como un patrón de conductas sexuales en las que la fuente predominante de placer sexual no es a través de la cópula heterosexual. Además, se considera parafilia cuando se trata de un deseo incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto; donde el individuo solo llega a la excitación a través de la realización del mismo.

Para la psiquiatría clásica y el psicoanálisis, las parafilias son sinónimos de desviaciones sexuales (aberraciones o perversiones) y se ha planteado la idea de llamar inadecuaciones sexuales a las parafilias que se dan entre personas adultas, de mutuo acuerdo, que no producen daños graves ni escándalo público.

Existen consideraciones importantes, es decir que debemos diferenciarlas del uso de fantasías o comportamientos sexuales o de los objetos como un estímulo para la excitación sexual que presentan los individuos sin parafilia. Incluso, hasta hace poco tiempo se consideraba desviado todo acto sexual que no fuera penetración del pene en la vagina. En la actualidad, han dejado de considerase desviaciones la masturbación y la homosexualidad. También se debe mencionar que actualmente se consideran como variantes el coito anal y oral.

¿Desde cuándo han existido las parafilias?

Según la literatura, desde que se tiene historia. Sin embargo, surgen nuevas parafilias o se transforman según el cambio que hay en las sociedades, por ejemplo, actualmente existe escatología telefónica o por internet. Hasta la fecha se han tipificado 138 parafilias y seguramente se clasificarán más.

CAUSAS

No se han establecido causas demostradas, pero es indudable que ellas derivan de la atmosfera familiar y social enferma en que se desarrolla el niño. El mal manejo por parte de los padres de la ingenua curiosidad sexual infantil y de los juegos sexuales de los mismos, tratados con represión enfermiza, evasiones, racionalizaciones y prohibiciones estrictas, cierran el camino a un desarrollo sexual normal e inclina al niño a manifestaciones parafilicas.

Un hecho interesante es que los parafílicos provienen de familias en que no se han dado otros casos de sexualidad parafílica. Es decir, no se hereda. Tampoco se aprende por imitación, sino por proscripciones y represiones irracionales que cierran caminos normales.

Las parafilias nacen en la infancia y la primera adolescencia, edad en que los “deseos secretos” son inevitables, aunque podrían dejar de serlo si educáramos por el diálogo y el conocimiento de estas posibilidades.

Experiencias accidentales: las experiencias accidentales vividas por el niño y adolescente pueden ser definitivas en la psicogénesis de las parafilias. Por ejemplo, un bebé puede excitarse sexualmente al ser tocado en los genitales durante el cambio de pañales, y tal acontecimiento puede coincidir con la mirada de una mujer de largos cabellos plateados. En su adolescencia, el muchacho se masturba y fantasea con cabellos plateados, dotándolos de muchas asociaciones eróticas. La combinación habitual del pensamiento de los cabellos y la excitación se vuelve tan fuerte, que la persona puede llegar a dudar de su capacidad de desempeñarse sin ella. Esta experiencia o instancia de excitación, con ser única, puede ser suficiente. Pero en otros casos debe ocurrir constantemente para provocar la fijación.

Experiencias infantiles repetidas: tales como ser vestidos con ropas del otro sexo por sus padres que esperan un hijo del sexo contrario, el mirar los genitales de los adultos o las actividades sexuales o de excreción así como la ridiculización de sus genitales por pequeños o feos o de sus capacidades eróticas

Fantasías sexuales de la masturbación adolescente: Suelen tener una gran importancia en la aparición de las parafilias, cuando esas fantasías poseen un contenido que las favorece, como las de exhibicionismo o voyeurismo, de travestismo. Los contenidos sexuales sádicos y masoquistas son bastante frecuentes como temática de todas las fantasías experimentadas por las personas. La rigidez, la limitación estrecha de la fantasía en un espectro de respuestas e imágenes poco convencionales, suele ser una constante del futuro parafílico.

Búsqueda adulta de experiencias nuevas. El individuo sometido a una intensa represión sexual en la niñez y juventud, ya en la adultez, puede buscar aventuras sexuales, vivir experiencias variadas que salen de las fronteras permitidas, como un acto de libertad o de liberación. Se puede experimentar con la bisexualidad, el uso de artefactos, el cambio de parejas y todo ello puede no traer consecuencias en su vida sexual. Pero la práctica del sexo en grupo, de mirar el coito de otros, o exhibirse ante personas conocidas primero, y luego desconocidas, prácticas sadomasoquistas y otras, pueden poner de manifiesto la existencia de una disposición a las parafilias, que de otra forma no se hubieran manifestado. Además, pueden llegar a tener un carácter adictivo: una vez traspasada la barrera, de cometida la trasgresión con el placer consiguiente, queda insaciado. Dice Michel Foucault que el perverso (parafílico) no se sacia nunca y esta insaciabilidad también es erotizada. Estas eclosiones tardías de las parafilias se caracterizan por la necesidad que tienen de codificar su actividad, y se conocen casos en que se redactan contratos que los unen a sus compañeros sexuales.

Otras causas. Money ha recopilado una serie de observaciones comunicadas por neurólogos que hallaban una relación entre la epilepsia del lóbulo temporal y algunas parafilias, como el fetichismo y el travestismo compulsivos, que mejoraron con tratamiento antiepiléptico o con electroconvulsoterapia. Se trataba siempre de pacientes varones, y se acompañaba de una sexualidad grosera y desinhibida. Sus conductas equivalen a fugas epilépticas o estados crepusculares incoercibles. Como hay casos que mejoran con litio o antidepresivos o reguladores del humor, también se ha planteado la posibilidad de que las parafilias estén vinculadas con ciclos maníaco-depresivos heredados. Y los casos de hiperandrogenismo en que la testosterona esté muy elevada, también se mencionaron como posibles causas de parafilias, que mejoran con el tratamiento con antiandrógenos.

Según la teoría psicoanalítica, entre sus causas se encuentran:

  • Ansiedad de castración

  • Conflictos de Edipo.

Según la teoría conductista:

  • Comportamientos inadecuados por aprendizaje incorrecto.

  • Anomalías del medio familiar durante la niñez y adolescencia.

  • Experiencias durante la pubertad.

Pero también pueden existir factores inconscientes como:

  • Voluntad de poder: el individuo debe demostrarse a sí mismo que tiene mayor poder o superioridad sobre su víctima.

  • Riesgo: el riesgo de llevar a cabo el acto genera una excitación sexual, además él se pone a prueba y trata de demostrar que es capaz de vencer.

  • Desquite: Hay sentimiento de revancha como reparación del daño que sufrió en su infancia y se acompaña de resentimiento.

Grado de manifestación de las parafilias

Pueden expresarse con distinta intensidad y con diferente modalidad.

  • Mínima: expresión erótica fantaseada (imágenes, pensamientos, recuerdos) o actuada reconocida como placentera por el individuo y que aparecen espontáneamente sin perturbar las actividades sexuales convencionales, pueden aparecer en forma espontánea, reiterada o persistente.

  • Acentuada: expresión erótica fantaseada o actuada reconocida como placentera por el individuo y que se busca insistentemente para lograr satisfacer las actividades sexuales convencionales.

  • Predilecta o dependiente: expresión erótica que interfiere manifiestamente la actividad sexual convencional reemplazándola en forma electiva (selectiva) preferencial o única (exclusiva).

Características epidemiológicas

De acuerdo a la epidemiología, predominan en el sexo masculino (filogenéticamente hay más posibilidades de errores en la diferenciación masculina). Las parafilias de contacto son más frecuentes en el sexo femenino y pueden deberse a la mayor dependencia del sentido del tacto en la mujer.

Características semiológicas

Interesa fundamentalmente la forma predilecta o dependiente, que se caracteriza por la excitación sexual como respuesta a objetos o situaciones sexuales que no forman parte de los estímulos convencionales y que en diversos grados interfieren con la reciprocidad afectiva, fijando un patrón de conducta regular, sistemático, preferencial y a veces único. Las características semiológicas son:

  • Carácter opresor: pérdida de libertad para tener una opción libre ente alternativas. No puede dejar de actuar así.

  • Carácter rígido: la excitación sexual es tributaria solo de determinadas situaciones y circunstancias, estableciéndose un patrón de conducta.

  • Carácter impulsivo: necesidad de repetir la experiencia, ya que lo único que “calma” la excitación sexual es la ejecución de ese tipo de opción.

La sexualidad y su incidencia en el crimen

Al analizar al agresor sexual se debe partir de lo siguiente:

  1. Para comprender los delitos sexuales se debe estudiar la conducta sexual de cada individuo.

  2. Estos delitos puede ser cometidos por individuos considerados “normales” y la conducta sexual delictiva puede estar ligada a una circunstancia:

  3. Personal

  4. Ambiental (consumo de drogas, alcohol, situación desencadenante, etc.).

  5. Las perturbaciones sexuales como tal no son delictivas si no están tipificadas en el Código Penal.

  6. No es habitual que los delitos sexuales sean cometidos por perturbados sexuales (disfuncionales y/o parafílicos o desviados).

  7. En la dinámica de las conductas sexuales delictivas se encuentran dos elementos de importancia:

  8. La particular sexualidad individual del victimario y

  9. El componente eventual de la víctima

  10. Los delitos sexuales más comunes son la violación, abuso deshonesto, estupro, abuso sexual con menores, exhibicionismo, prostitución, crimen sádico, etc.

Con respecto a la sexualidad y su incidencia en el crimen se pueden realizar las siguientes reflexiones:

  • Las conductas sexuales que configuran delito son una realidad de observación cotidiana y se utilizan todas las manifestaciones sexuales que el ser humano puede imaginar.

  • Algunos autores sostienen que detrás de todo delito sexual se esconde un problema de perturbación sexual. Si bien esta afirmación es evidentemente excesiva, es cierto, no obstante que la sexualidad perturbada (disfuncional o desviada) es potencialmente generadora de conductas desadaptativas que pueden desembocar en conductas delictivas.

  • De manera que es importante estar en condiciones de entender las conductas sexuales humanas y si estas se dan o no en el marco de una personalidad con perturbaciones psicosexuales o psicopatías sexuales.

http://anatomiadelcrimen.blogspot.mx/2011/03/parafilias-i-parte.html

A continuación pongo a su consideración un listado de parafilias y una somera descripción…

basiofilia: Atracción sexual por personas mutiladas, frecuentemente cojas o paralíticas. Tan extraño gusto sexual parece responder a una cuestión de costumbres. Según cuentan algunos expertos, en aquellos sitios donde la polio (causante de muchas cojeras en la población) causó estragos a mediados de siglo, los estudios indican que hay preponderancia de abasiófilos entre aquellos que fueron adolescentes o púberes por aquel entonces.

Acomoclitismo: Excitación por los genitales lampiños o depilados.

Acrofilia: Atracción por las alturas o por personas altas.

Acrotomofilia: La excitación sexual se produce por los miembros amputados de la pareja.

Actirastia: Excitación sexual proveniente de la exposición a los rayos del sol o de sentir el calor del sol.

Acucullofilia: Atracción por los penes circuncidados.

Adolescentismo: Vestirse o actuar como un adolescente.

Aerofilia: Atracción por el vuelo y todo los relacionado con volar.

Agalmatofilia, galateísmo, monumentofilia o pigmalionismo: El estímulo erótico se produce con estatuas o maniquíes desnudos.

Agonofilia: Atracción por la lucha con la pareja. Excitación que surge en la pareja después de una pelea física.

Agorafilia: Atracción a los espacios abiertos. En el ámbito sexual, se entiende como la excitación producida por la actividad sexual o el exhibicionismo en lugares públicos.

Agrexofilia: Atracción por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas.

Albutofilia: Atracción por los baños, las duchas calientes y en general por el contacto con el agua.

Algofilia: Atracción por sentir dolor. Se diferencia del masoquismo por la ausencia del componente erótico.

Algolagnia: Proviene del griego (algos: dolor, lagneia: placer). Sensación de placer (no sexual) que se obtiene al infligir dolor a otros.

Alopelia: Experimentar un orgasmo sólo viendo a otras personas manteniendo relaciones sexuales.

Alorgasmia: Excitación proveniente de fantasear durante el acto sexual con otra persona que no sea la pareja.

Alotriorastia: Excitación por parejas sexuales de otras razas.

Altocalcifilia: Atracción por los zapatos de tacón alto como fetiche.

Alveofilia: Atracción por tener relaciones sexuales en una bañera.

Alvinolagnia: El placer sexual se obtiene únicamente con el estómago de la pareja.

Amaurofilia: Preferencia por el sexo con personas invidentes o con los ojos vendados.

Amelotasis o Amelotatista: Atracción sexual hacia personas con algún miembro amputado.

Amiquesis: Excitación producida al rascar a la pareja durante el acto sexual.

Amokoscisia: Excitación por el deseo de castigar a la pareja sexual.

Amomaxia: La excitación se consigue al tener relaciones sexuales dentro de un automóvil estacionado.

Anastimafilia: Atracción por las personas obesas.

Androginofilia: Atracción por las personas andróginas, que posee simultáneamente rasgos masculinos y femeninos.

Androidismo: Excitación provocada por muñecos o robots con aspecto humano.

Andromanía: Hipersexualidad masculina o deseo desaforado por la práctica del sexo. Se trata de la versión masculina de la ninfomanía. Condición compulsiva en un hombre de tener relaciones con diferentes personas, de manera promiscua y sin estar enamorado. No equivale a gigoló (quien recibe una paga)

Andromimetofilia: Atracción por las mujeres vestidas de hombres o que se comporten como tales.

Anglofilia: Admiración o simpatía por los ingleses o por lo inglés.

Anisonogamia: Atracción por una pareja sexual mucho más joven o mucho mas mayor.

Anofelorastia: Excitación que se produce al profanar objetos considerados sagrados.

anofilemia: Atracción por el sexo oral sobre el ano y el perineo.

Antolagnia: Placer obtenido al oler flores.

Apotemnofilia: Excitación sexual producida por la idea de ser amputado.

Aracnofilia: Atracción a las arañas.

Asfixiofilia: Los asfixiófilos hallan placer sexual por la asfixia, ya sea viéndola en su pareja o autoproduciéndosela. La mayoría de los asfixiófilos no suelen pasar de un primer grado. Aún así, continúa siendo una práctica muy peligrosa, ya que la falta de oxígeno en el cerebro puede provocar daños irreversibles. La creencia de que la asfixia provoca placer sexual viene de tiempos inmemoriales, aunque las primeras fuentes que la citan se refieren al siglo XVII, cuando los médicos comenzaron a practicarla en pacientes impotentes ante la creencia de que un poco de asfixia reavivaba el miembro viril. Dicha creencia provenía del hecho que los cuerpos sin vida de los reos ahorcados sufrían una erección postmortem muy frecuentemente. Posteriormente se descubriría que esto se debía, simplemente, a los últimos retazos de actividad muscular.

Astenolagnia: Atracción por la humildad, la humillación o la debilidad sexual de la pareja.

Astrafilia: Atracción por los truenos y relámpagos.

Audiolagnia: El estímulo principal proviene de la escucha de otras personas realizando el acto sexual.

Autagonistofilia: El placer sexual se produce al ser visto por otras personas durante el acto sexual o ser filmado durante el mismo.

Autoabasiofilia: Atracción por ser cojo por la idea de convertirse en cojo.

Autoasasinofilia: Atracción por la fantasía de ser asesinado o de escenificar la propia muerte.

Autoasfixiofilia: Se trata de una parafilia en la que la excitación sexual se consigue cortándose la respiración durante la masturbación o el coito.

Autocateterismo: El sujeto obtiene placer mediante la introducción de sondas u otros objetos por su propia uretra.

Automisofilia: Atracción por ser degradado, ensuciado o corrompido utilizando ropa sucia, por ejemplo.

Autonepiofilia: La excitación se produce por utilizar pañales y ser tratado como un bebé.

Autopederastia: Se trata de una parafilia que se da en hombres que sólo encuentran placer introduciendo el pene en su propio ano.

Autoungulafilia: El placer se obtiene al rascarse los propios genitales. En casos extremso puede llegar a producir sangrado.

Avisodomía: Atracción por tener relaciones sexuales con aves.

Axilismo: Masturbación dentro de la axila de la pareja.

B

Barosmia: Excitación a través del olfato o mediante ciertos olores.

Basoexia: Excitación producida únicamente por los besos.

Belonefilia: Atracción a pincharse y a las agujas.

Biastofilia o raptofilia: Atracción por asaltar violentamente y por sorpresa a alguien contra su voluntad.

Biandria o bivirismo: Relación sexual entre una mujer y dos hombres.

Blastolagnia: Atracción por mujeres muy jóvenes.

Bondage: Del inglés “to bind”, maniatar. Práctica sexual sadomasoquista en la que uno de los participantes permanece atado.

Botulinonia: Uso de un embutido (salchicha o chorizo) como consolador.

Braquioprosis (erotismo braquioprótico) : Práctica sexual en la que todo el brazo penetra el ano de la pareja.

Búndling: Del inglés “bundle up”, abrigarse. Excitación por la pareja que duerme en la misma cama vestida y sin tener relaciones sexuales.

C

Candalagnia, candaulismo o triolismo: Excitación producida al ver a la pareja copulando con otra persona.

Capnolagnia o capnogalia: Excitación producida por ver la manera en que la otra persona fuma.

Catafilia: Excitación sexual del hombre cuando se somete a su pareja.

Cateterofilia: La excitación sexual se consigue con el uso de algún tipo de cateter.

Chezolagnia: La persona únicamente logra excitarse al masturbarse durante la defecación.

Cinofilia o canofilia: Afición por los perros, las exposiciones caninas o la cría y cuidado de los mismos.

Ciprieunia: La persona consigue la excitación sólo al tener relaciones con prostitutas.

Clastomanía: Tendencia patológica a destruir los objetos como una forma brusca de exteriorizar un impulso. También se entiende como la obsesión por romperle a la pareja la ropa que lleve puesta.

Claustrofilia: Tendencia a permanecer en espacios cerrados, cerrando puertas y ventanas.

Cleptofilia: Ver kleptofilia.

Clismafilia: Excitación erótica provocada por la inyección de alguna sustancia en el recto (como por ejemplo un enema) mientras se realizan juegos sexuales.

Coitolalia: La excitación sexual se produce al hablar durante el acto sexual.

Colpofilia: Atracción hacia los genitales en general.

Consuerofilia: Excitación sexual producida al coserse zonas de la piel con aguja e hilo.

Coprofemia: Placer obtenido al decir obscenidades en público.

Coprofilia: Atracción por ver defecar, ingerir heces o untarse con las heces propias o de la pareja.

Coprolagnia: Ver coprofilia.

Coprolalia: Tendencia patológica a proferir obscenidades.

Corefalismo: La excitación sexual se produce únicamente practicando sexo anal con niñas.

Coreofilia: Atracción por la danza y baile erótico.

Coulrofilia: Atracción hacia los payasos, saltimbanquis o bufones.

Cratolagnia: Excitación provocada por la fuerza de la pareja, Del griego kratos: ‘poder’.

Crematistofilia: Atracción producida al pagar por sexo o ser robado por la pareja sexual durante la relación.

Crematofilia: Atracción por ser quemado o pensar en quemarse.

Criptoscopofilia: Atracción por contemplar la conducta (no necesariamente sexual) de otras personas en la privacidad de su hogar.

Cronofilia: Se trata de una parafilia en la que la edad del sujeto se considera inadecuada con la edad de la persona objeto de la atracción sexual. El término fue inventado por el psiquiatra John Money. Existen varios tipos: Gerontofilia, Paidofilia, Efebofilia, Infantofilia o nepiofilia y Teleiofilia

Crurofilia: Atracción por contemplar o acariciar las piernas.

Cunilalia: Excitación obtenida al hablar acerca de los genitales femeninos.

Cyesolagnia: La excitación sexual se consigue únicamente con mujeres embarazadas.

D

Dacryfilia o dacrilagnia: Se trata de un desorden de tipo psicosexual que se desencadena al ver lágrimas en los ojos de la pareja.

Deipnofilia: Atracción por las conversaciones de sobremesa.

Demofilia: Atracción hacia las multitudes.

Dendrofilia o Dentrofilia: Atracción producida al frotarse contra los árboles o vegetales en general.

Dextrofilia: Atracción hacia los objetos que se encuentran a la derecha del cuerpo.

Dipoldismo: Excitación producida al propinar cachetes en las nalgas a niños.

Dipsofilia: Atracción por beber. Se aplica a cualquier líquido, no solo a bebidas alcoholicas.

Dismorfofilia: Atracción sexual o emocional hacia personas deformadas.

Doogging: Excitación sexual al ser observados practicando sexo al aire libre o en el coche.

Dorafilia: Atracción por la pìel humana o pieles animales, sintéticas o de cualquier otro tipo. Se aplica también a la excitación sexual proveniente del tocar el pelo.

Dysmorfofilia: Ver Dismorfofilia.

E

Ecdemolagnia: Deseo de viajar o estar lejos del hogar.

Ecouteurismo: Escuchar sin consentimiento a otras personas que mantienen relaciones sexuales.

Ecdiosis: Excitación producida al desnudarse ante desconocidos.

Efebofilia: Atracción sexual de una persona adulta hacia un adolescente o joven en la etapa postpuberal.

Electrofilia o electrocutofilia: Atracción por la electricidad y las descargas eléctricas.

Elefilia: Atracción obsesiva por determinados los tejidos.

Emetofilia: Atracción por vómito o el acto de vomitar.

Enditofilia o enditolagnia: Excitación producida por ver a la pareja vestida.

Eonismo: Deseo de ponerse ropas del sexo opuesto.

Erotofonofilia: Atracción por realizar llamadas telefónicas (normalmente anónimas) utilizando lenguaje erótico u obsceno.

Eopareunia: Situación en la que una persona muy joven mantiene relaciones sexuales.

Erotomanía o síndrome de De Clerambault: Creencia ilusoria de que otra persona, generalmente de un estatus social superior, está enamorada de ella.

Escatofilia: Atracción sexual por las heces. En su grado extremo, hablamos de coprofagia.

Escatofonofilia: Ver erotofonofilia.

Erotolalia: Estimularse sexualmente solamente hablando sobre sexo.

Escopofilia: Instinto o movimiento compulsivo hacia la contemplación placentera de otras personas, ya sea en la vida real o en el cine.

Espectrofilia: Atracción producida por la imagen reflejada en el espejo.

Estigmatofilia: Atracción producida por el hecho de que la pareja tenga tatuajes, agujereamientos (píercing), sacrificios o cicatrices.

Eufilia: Atracción por las buenas noticias.

Exhibicionismo: El placer sexual se obtiene al asustar o crear pánico a otros mediante la exposición por sorpresa del cuerpo desnudo (o de alguna de sus partes). En las películas se representa en ocasiones con el paseante de los parques que al divisar una víctima abre de golpe su gabardina para mostrar los genitales. También se considera exhibicionismo la necesidad de ser visto para poder llevar a cabo el coito.

Exofilia o neofilia: atracción ante lo inusual, bizarro o que sale de la norma.

F

Falofilia: Implica una gran atracción sexual por un pene erecto de dimensiones extraordinarias. La costumbre de hacer bollos con forma de pene por Semana Santa no pudo ser erradicada por el cristianismo que permitió que tales bollos se siguieran confeccionando a condición de que llevaran una cruz o se llamaran “cruasan” es decir, cruz santa.

Fermininofilia: Atracción por las personas u objetos feos.

Fetichismo, parcialismo o idolismo: Necesidad de utilizar objetos o talismanes de la pareja para poder excitarse.

Flatofilia: Atracción por el olor de los gases intestinales propios o de la pareja.

Fonofilia: Se trata de la necesidad de escuchar dichas palabras obscenas durante el acto sexual.

Formicofilia: Atracción por el reptar de insectos o pequeños animales (Caracoles, gusanos, etc.) sobre los genitales, el área perineal y los pezones.

Fratrilagnia: Atracción por las relaciones sexuales incestuosas o al imaginar el sexo con un hermano o hermana.

Frotismo, froteurismo o tocheurismo: La persona obtiene placer sexual frotando sus genitales contra personas desconocidas en una multitud.

Furtling: Excitación producida al introducir un dedo a través de un agujero cortado en la zona genital de una foto o dibujo.

G

Galactofilia: Atracción por beber leche del pecho de una mujer.

Gerontofilia: Atracción sexual de una persona joven por otra de edad mucho mayor.

Ginonudomanía: Compulsión por arrancar violentamente las ropas a la pareja.

Gimnofilia o nudomanía: Excitación producida por la desnudez.

Ginemimetofilia: Atracción sexual por los travestis o por hombres que se visten o comportan como mujeres.

Gomfipotismo: Excitación provocada por los dientes.

Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia: La consecución del estímulo sexual se produce únicamente ante fotos, videos o cuadros eróticos. Puede darse sólo o en presencia de la pareja.

Graofilia, matronolagnia o anililagnia: atracción sexual de una persona joven por una mujer de edad mucho mayor.

Gregomulcia: Excitación al ser manoseado por una persona desconocida en una multitud.

H

Harpaxofilia: Atracción producida a ser asaltado o robado con violencia.

Hebefilia: Ver efebofilia.

Hematofilia: Excitación por ver tocar o beber la sangre.

Hemotigolagnia: Atracción sexual por los tampones usados.

Hibristofilia: Apetencia sexual desorbitada por tener relaciones con violadores, asesinos o criminales.

Hidrofilia: Atracción producida por el agua.

Hierofilia: Atracción sexual por personas u objetos sagrados, como por ejemplo las cruces.

Hifefilia: El placer sexual se obtiene al tocar, sentir o rozar contra la piel los objetos ajenos como ropa, cabellos, piel, etc. Habitualmente, se trata de objetos utilizados en las principales zonas eróticas del cuerpo de la pareja como ropa íntima.

Higrofilia: Atracción por los fluidos corporales en general.

Hipnofilia: Excitación producida al contemplar a personas dormidas.

Hipoxifilia: Ver asfixiofilia.

Hirsutofilia: Del latín hirsutus “vello aspero” y del griego filia “amor”. Se trata de una la parafilia que se refiere a la atracción por el vello corporal. En este fetichismo, frecuente tanto en mujeres como en hombres, se centra la excitación erótica en los varones velludos o en las zonas peludas de éstos.

Homiliofilia: Placer derivado de predicar un determinado credo o religión a personas débiles, sencillas, crédulas o inocentonas.

Homofilia: Del Griego homos (igual) y philia (atracción). Atraccion sexual por personas del mismo sexo.

I

Iatronudia: ver latronudia.

Infantalismo (anaclitismo) : La única excitación proviene de imitar el comportamiento de un niño o de realizar actividades propias de la infancia.

Ipsofilia: Atracción sexual sólo por uno mismo.

J

Jactitafilia: Placer experimentado al relatar las propias hazañas sexuales.

Juvenalismo o juvenilismo: Excitación producida en personas adultas por el hecho de representar la etapa juvenil del desarrollo y ser tratado como tal por la pareja.

K

Keraunofilia: Excitación producida por los rayos y los truenos.

Knissofilia: Parafilia de quien siente placer al oler el incienso que se suele utilizar en las misas.

kleptofilia o kleptolagnia: Es el hecho de tener que robar para lograr el deseo erótico. La excitación erótica se obtiene del hecho de entrar y robar ilícitamente la morada de un desconocido o pareja potencial.

Klismafilia: Ver Clismafilia.

Knismolagnia: excitación sexual producida por las cosquillas.

L

Lactafilia: Atracción por los pechos en periodo de amantamiento. También se refiere se refiere a la excitación sexual provocada al mirar a una mujer lactando o al ser amamantado

Latronudia: Excitación por desnudarse ante el médico, generalmente fingiendo una dolencia.

Lectolagnia: Excitación producida durante la lectura de textos de contenido erótico.

Leptosadismo: Se trata de una forma suave del sadismo.

Levofilia: Atracción por lo objetos que se encuentran a la izquierda del cuerpo.

Ligirofilia: Atracción por los ruidos fuertes.

Ligerastia: Se dice de las personas que necesitan la total oscuridad para poder excitarse.

Logizomecanofilia o logisomecanofilia: Atracción hacia los ordenadores.

M

Macrofilia: Atracción por las personas grandes o rollizas.

Macrogenitalismo: Excitación vinculada con un macrofalo (pene muy grande).

Maieusiofilia: Atracción por las mujeres embarazadas.

Maniafilia: Atracción por la locura.

Martimaclia (martymachlia) : Excitación al ser observado por otras personas durante la relación sexual.

Masoquismo o duololagnia: El placer sexual se obtiene ligado a la propia humillación, tortura, abuso o sufrimiento físico (al recibir cachetes, latigazos, pellizcos, etc.) o moral. Se diferencia de la algomanía por la presencia del componente erótico.

Melolagnia: Excitación sexual provocada por la música (no necesariamente tiene que ser música con letras eróticas).

Menstruofilia o menofilia: Atracción por las mujer en el periodo de la menstruación.

Merintofilia: Excitación sexual producida al estar atado.

Metalfilia: Atracción por el metal y los objetos metálicos.

Microfilia: Atracción sexual por las personas pequeñas o enanas.

Miscegenación: Ver alotriorastia.

Microgenitalismo: Excitación por los penes pequeños (Menos de 10 cm).

Misofilia: Ver automisofilia.

Mixoscopía o escoptolagnia: Excitación producida al observar abiertamente a otras personas realizando el acto sexual. Se diferencia del voyeurismo en que en este caso, las personas se saben observadas.

Morfofilia: Atracción por personas con ciertas características físicas prominentes o elementos destacados de la pareja (sólo rubios, sólo obesos, mujeres con grandes pechos, un lunar etc.)

Moriafilia: Excitación producida al contar o escuchar chistes con contenido sexual.

N

Nafefilia: Excitación por tocar o ser tocado por otras personas.

Nanofilia: Atracción sexual por las personas pequeña o enanas.

Narratofilia: La excitación sexual se consigue al relatar o imaginar historias eróticas o utilizar vocabulario obsceno en presencia de la pareja.

Necroclesis: Atracción por realizar el acto sexual con un cadáver femenino.

Necrofilia:Atracción hacia los muertos o perversión sexual de quien obtiene placer erótico con cadáveres.

Negrofilia: atracción hacia personas de color.

Neofilia: Atracción por lo nuevo o exótico. También se refiere a los individuo que presenta una atracción compulsiva hacia los objetos de última tecnología.

Nepiofilia o nepiolagnia: El placer sexual se obtiene cuando la pareja es un niño del sexo opuesto.

Nepirastia: Excitación producida por tener alzado a un bebé.

Nictofilia: Atracción a la oscuridad.

Ninfofilia o Lolitismo: Atracción que algunos hombres sienten por las adolescentes o las niñas que están a punto de tener su primera regla. Su equivalente masculino se llama efebofilia.

Ninfomanía: Hipersexualidad femenina. En latín también se la llamaba furor uterinus. Se trata de un apetito sexual exagerado de la mujer. El límite de lo normal no esta definido claramente, pero se puede decir que existe patología sexual si las preocupaciones sexuales tienden a dominar el pensamiento conciente aun después de que el acto sexual ha sido ejecutado o si el sexo tiene una influencia tan dominante que interfiere con otros aspectos de la vida diaria del individuo

Nomatofilia: Atracción por los nombres.

Normofilia: Excitación exclusiva por los actos considerados normales por la propia religión o sociedad.

Nosolagnia: Excitación proveniente de saber que la pareja padece una enfermedad terminal.

O

Oclofilia: Excitación ante una multitud de personas reunidas.

Octofilia: Atracción hacia la figura del 8.

Odaxelagnia: Excitación producida al morder o ser mordido por la pareja.

Odofilia: Excitación producida por los viajes.

Ofidiofilia: Atracción hacia las serpientes y reptiles en general.

Ofolagnia: Excitación producida por canciones o ruidos eróticos.

Olfatofilia o Olfactofilia: Atracción por el olor de distintas partes del cuerpo de la pareja, en especial el de las zonas erogenas.

Omolagnia: Excitación provocada al contemplar la desnudez.

Ornitofilia o avisodomía: Afición por las aves.

Ortofilia: Atracción por la propiedad.

Osmolagnia: Excitación producida por los olores.

Otofilia: Atracción por las orejas.

Ozolagnia: Excitación producida por olores fuertes.

P

Partenofilia: Atracción por las personas vírgenes.

Parcialismo: Atracción por una parte concreta del cuerpo de la pareja que no tenga connotaciones sexuales explícitas, como por ejemplo pies, manos, etc.

Peodeictofilia o Peodeiktofilia: El placer se obtiene al provocar sorpresa, desmayo, shock o pánico en un desconocido tras la exhibición ilícita del pene.

Pediofilia: Atracción por las muñecas.

Pedofilia: Atracción sexual por los niños.

Picacismo: Excitación sexual al introducirse alimentos en alguna de las cavidades del cuerpo con el fin de que la pareja los recupere con la boca.

Pigofilia o pigotripsis: Placer producido por el contacto o roce con las nalgas.

Pigmalionismo, agalmatofilia, galateísmo o monumentofilia: Atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos. Proviene de Pigmalión, personaje mitológico griego que se enamoró de una estatua de su propia creación.

Pirofilia o Pirolagnia: Atracción por el fuego o los incendios.

Podafilia: Es una variante del parcialismo en la que el estímulo fetichista son los pies (pódos).

Polyiterofilia: Necesidad de tener una serie de parejas sexuales consecutivas antes de conseguir el orgasmo.

Ponifilia: Atracción por los ponis.

Pornolagnia: Frecuentar la compañía de prostitutas o preferencia por cohabitar con ellas.

Pornofilia (del griego “porno”, ramera y “philos”, amante): Atracción por todo lo relacionado con la prostitución y simpatía hacia sus profesionales.

Psicrofilia: Excitación producida por el frío o al ver a personas con frío.

Pubefilia o ginelofilia: Excitación producida al contemplar o acariciar el vello pubiano.

Pungofilia: Necesidad de ser pinchado para obtener placer sexual.

Q

Quinunolagnia: Excitación sexual producida al ponerse en situaciones de peligro.

R

Rabdofilia: Atracción por ser flagelado.

Renifleurismo: Desviación sexual en la que la excitación es debida al olor de la orina.

Retifismo: Atracción por los zapatos.

Ripofilia: Atracción por la suciedad.

S

Sadismo: La experimentación del placer erótico se produce al provocar dolor físico o humillación en la pareja.

Satiriasis (donjuanismo) : Ver Andromanía.

Sinforofilia o simforofilia: Excitación sexual por organizar, presenciar o imaginar un desastre o accidente.

Salirofilia: Excitación producida al ingerir la saliva o el sudor de la pareja.

Saliromanía: Deseo por ensuciar o dañar el cuerpo o la ropa de la pareja.

Somnofilia: Atracción por acariciar y realizar sexo oral con una persona dormida hasta despertarla. Sin utilizar la violencia.

Sudorofilia: Atracción por el sudor.

T

Tafefilia: Excitación proveniente de ser enterrado vivo.

Telefonofilia: Afición exagerada por las conversaciones telefónicas.

Tesauromanía: Afición por recolectar objetos pertenecientes a la persona amada.

Thlipsosis o zlipsosis: Excitación proveniente de los pellizcos.

Toucherismo: Estímulo que se produce al tocar a personas desconocidas.

Tragolimia: Deseo sexual compulsivo sin tener en cuenta el atractivo de la pareja.

Transvestofilia: La estimulación sexual depende del hecho de vestir prendas, especialmente prendas interiores, del otro sexo.

Triolismo: La excitación depende de observar abiertamente a la propia pareja teniendo relaciones con una tercera persona.

Traumatofilia: Se trata de un estado psicológico en el que el individuo siente placer con las lesiones o intervenciones quirúrgicas.

Tripsofilia o tripsolagnia: Excitación producida al ser masajeado o al hacerse lavar el cabello.

Troilismo (del francés trois): Ver triolismo.

U

Undinismo: Excitación sexual producida por el vaivén del mar.

Uretralismo: Introducción de objetos en la uretra. Puede ser de tipo autosexual, heterosexual u homosexual.

Urofilia, urolagnia u ondinismo: Atracción por ver orinar o ingerir orina.

V

Vampirismo: Excitación sexual provducida por la extracción de sangre.

Vincilagnia: Excitación por hacerse atar.

Voyeurismo: Excitación producida al ver a otras personas realizando el acto sexual de manera subrepticia, es decir, que quienes son observados no lo saben. Puede excitar mucho al voyeurista la posibilidad de ser descubierto. Algunas personas lo llevan hasta sus límites y se arriesgan a ser descubiertas porque de esa manera su excitación se incrementa.

X

Xenofilia: Atracción por los extranjeros.

Xenoglosofilia : Preferencia por las lenguas extrangeras.

Z

Zelofilia: Atracción producida por el sentimiento de envidia.

Zemifilia: Atracción por los topos.

Zoofilia (bestialismo): Afición por los animales. También se refiere al placer sexual que se obtiene al mantener relaciones sexuales con animales.

http://www.psicoactiva.com/info/filias.htm

Julio Alfredo Ceballos Alonso.

Psicólogo/Policiólogo.

San Luis Potosí., S.L.P.

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